La última botella de whisky de la colección «The Glenrothes 50 años», con solo 50 unidades en todo el mundo, se ha subastado a través de un evento online este viernes en Escocia por 39.000 libras (equivalente a más de 54 660, dólares), que irán destinadas a una causa social elegida por el pujador.
El valioso ejemplar, que ha sido rematado en oro por los prestigiosos orfebres de Hamilton & Inches, contiene lo que la experta en whisky de «The Glenrothes» Laura Rampling ha denominado como «la última gota» de la edición «más añeja» de la destilería.
MISTERIO DESTRÁS DE LA BOTELLA DE WHISKY
Hasta el momento no se conoce la identidad ni nacionalidad de la persona ganadora de la puja. Esta personas además de obtener la preciada botella, también podrá visitar las instalaciones de The Glenrothes en Escocia, algo que según Ramplig es un «hito», ya que normalmente «no está abierta al público».
La destilería nació en 1878, gracias a la visión de James Stuart y la posterior ayuda del reverendo William Sharp, que recaudó los fondos necesarios para llevarla a cabo. Además, en sus más de 140 años de historia ha superado incendios, explosiones, hasta llegar a producir whisky para todo el mundo.
Aun así, Rampling aseguró que es el «carácter oculto» que rodea a la marca lo que la hace realmente especial a la botella de whisky. «No somos tan conocidos, la destilería está escondida en las colinas de Speyside y ni siquiera tenemos centro de visitantes. Para llegar, necesitas saber a dónde vas», apuntó.
La artesanía es «el corazón» de sus productos y está presente en esta edición especial, que es el «testimonio» de algunas de las personas que han trabajado en la destilería durante años. Además tiene una graduación del 47,5 %, «más fuerte que el promedio»; por lo que Rampling recomendó tomarlo con «una o dos gotas de agua», para luego «dejar que hable el whisky».
El licor, madurado en barricas de roble europeo y americano de primer nivel, según explicó Rampling, posee un «precioso e intenso» color rubí, obtenido del roble de la barrica; un olor dulce a «madera, especias, piel de naranja o jazmín» y un sabor «muy aromático» a cardamomo y semillas de hinojo.
«LA JOYA DE NUESTRA CORONA»
Además, la botella con oro de 22 quilates ha sido creada por los orfebres reales de Hamilton & Inches. Por lo que desde The Glenrothes la califican como «la joya de nuestra corona»; la botella esta elaborada artesanalmente con «técnicas de grabado tradicionales» que necesitó de «mirada experta, mano firme y herramientas específicas».
«Una botella sin igual, para un whisky sin igual», anunciaron en la retransmisión de la subasta benéfica. La puja comenzó con un precio de salida de 20.000 libras (más de 28 000 dólares). En esta subasta participaron pujantes de España, China, Hong Kong, Singapur, Reino Unido o Estados Unidos, entre otros.
EFE