Cada vez se acerca más el fin de año, tiempo para el que los más optimistas consideraban que una vacuna contra el COVID-19 estaría lista.
Esta semana se supo que la vacuna desarrollada por Pfizer tiene una efectividad del 90% y la inoculación desarrollada por Rusia tiene una efectividad del 92%.
Con esa premisa, Alexánder Guíntsburg, director del Centro Gamaleya de Moscú que ha desarrollado la vacuna, declaró que al tener un nivel del 92% de efectividad, se podría iniciar la vacunación masiva en las próximas semanas, al menos en territorio ruso.
«La publicación de los resultados provisionales de los ensayos clínicos posteriores al registro, que muestran de forma convincente la efectividad de la vacuna Sputnik V, hace posible el inicio de la vacunación masiva de la población de Rusia contra el coronavirus en las próximas semanas», ha comentado el director del Centro Gamaleya de Moscú.
Un comunicado emitido pode el centro Gamaleya sostiene que ningún voluntario que recibió la vacuna desarrolló efectos indeseables, solo los esperados como dolor en el lugar de la inyección o síntomas como los de la gripe como dolor de cabeza, fiebre ligera, fatiga y dolor muscular, pero que esto no representa ningún peligro, es más, son considerados efectos esperados.