Muchos latinos en Estados Unidos no se han vacunado contra el COVID-19 por temor a perder horas de trabajo, que les cobren, o en algunos casos, por temas de inmigración, revela una encuesta que ofrece ideas sobre cómo elevar las tasas de vacunación en la minoría étnica más grande del país.
La encuesta de monitoreo de vacunas de la Kaiser Family Foundation publicada el jueves halló que muchos hispanos en realidad quieren recibir la inyección. La renuencia a recibirla es menor que entre personas negras y blancas.
Uno de cada tres adultos latinos no vacunados dijo que quiere vacunarse contra el COVID-19 lo antes posible, el doble que los adultos blancos (16%) o negros (17%) no vacunados.
Por el contrario, apenas el 17% de los hispanos no vacunados dijeron que no recibirían la inyección, comparado con el 34% de los blancos y 26% de los adultos negros no vacunados.
“No es un problema de renuencia sino de logística”, dijo Jane Delgado, presidenta de la Alianza Nacional por la Salud Hispana, una ONG que busca incluir la situación de los latinos en los debates sobre salud pública, Dice que las campañas publicitarias nacionales excluyen una y otra vez a los hispanos. “Necesitamos que la gente ayude a la gente a conseguir las vacunas”, dijo Delgado.
Hay vacunas en abundancia, pero al reducirse los casos de COVID-19 ha disminuido la cantidad de personas que reciben la inyección. Estados Unidos no ha alcanzado el nivel de protección necesario para la inmunidad generalizada, y se teme la aparición de variantes que pudieran ser resistentes a las vacunas.
La encuesta halló que el 60% de los adultos blancos han recibido al menos una dosis, comparado con 47% de los latinos y el 51% de las personas negras.
Entre los adultos latinos no vacunados, el 64% temía perder el empleo debido a los efectos secundarios de la vacuna, comparado con el 41% de blancos y 55% de adultos negros. Los hispanos constituyen una gran proporción de empleados en trabajos de bajos ingresos y sin beneficios, como los restaurantes, limpieza, jardinería y la construcción.
La encuesta halló que había cierto temor de que la vacunación creara problemas con las autoridades de inmigración a pesar de que un gobierno tan restrictivo en este tema como el de Donald Trump había dicho que ése no sería un problema.
El 35% de los adultos de los adultos hispanos no vacunados expresó el temor de sufrir consecuencias negativas respecto de su estatus migratorio, ya fuera para ellos o algún familiar.