Un estudio reveló que el 36% de los niños ecuatorianos de entre 5 y 11 años de edad tienen sobrepeso u obesidad. Los investigadores se basaron en información recopilada por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que recoge los hábitos alimenticios de los ecuatorianos.
La investigación estuvo liderada por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). El estudio se enfocó en identificar los factores críticos asociados a la problemática de salud. Para ello se analizó los datos de 10.807 niños escolares ecuatorianos y se aplicaron modelos estadísticos avanzados.
Se evidenció que los niños varones tienen un 26% más de probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad frente a las niñas. Además, se aseguró que, por cada año de edad adicional, el riesgo de sobrepeso u obesidad aumenta en un 10%.
Según los expertos, este hallazgo es crucial, ya que muestra una tendencia preocupante a medida que los niños crecen. Los datos se dieron a conocer este 23 de mayo del 2024.
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Asimismo, se encontró que los niños pertenecientes a quintiles económicos más altos, del segundo al quinto (el más rico), mostraron mayores probabilidades de sobrepeso y obesidad. Esto en comparación con el quintil más bajo (el más pobre). Sin embargo, esta situación resalta que el problema afecta a todas las capas socioeconómicas.
También, se observó que un mayor número de personas en el hogar se asoció ligeramente con una reducción en las probabilidades de sobrepeso u obesidad. “Estos hallazgos son preocupantes. Apuntan a la necesidad urgente de medidas preventivas y educativas para abordar el sobrepeso desde una edad temprana”, explicó la doctora Betzabé Tello, investigadora del Centro de Investigación para la Salud en América Latina.
Actividad física y etiquetados en alimentos reduce la obesidad
La práctica regular de actividad física demostró ser un factor protector, reduciendo las probabilidades de sobrepeso u obesidad en aproximadamente un 21%.
Por otra parte, se evidenció que el consumo de comidas proporcionadas por la escuela no impactó significativamente en el sobrepeso u obesidad. El estudio indica que el etiquetado nutricional tipo semáforo ha perdido su eficacia. Según José Ocaña, investigador del Instituto de Salud Pública de la PUCE, en la actualidad la medida de etiquetado es menos efectiva.
La doctora Gema Colome, médico gastro pediatra de Bagó, sostiene que un niño puede tener sobrepeso u obesidad y estar malnutrido a la vez. Esto se conoce como malnutrición por exceso, donde hay un consumo excesivo de alimentos con alto contenido calórico, pero bajo valor nutricional, lo que resulta en un aumento de peso, pero una deficiencia de nutrientes esenciales.
La obesidad y el sobrepeso representan riesgos inmediatos para la salud física de los niños. Entre ellos, están las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y problemas ortopédicos. Además, pueden tener impactos psicológicos y sociales significativos, incluida la baja autoestima y el estigma.
Según Colome, los niños deben evitar el consumo de alimento con alto contenido de azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio, así como alimentos procesados y ultra procesados. «Es importante fomentar una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras para promover un crecimiento y desarrollo saludables», dice la experta.
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