Simone Biles es la atleta que decidió dejar a un lado la competencia olímpica y la posibilidad de ganar una medalla tras dar prioridad a su salud mental.
Brittney Griner habla desde hace tiempo de su batalla contra la depresión, una dolencia que le provocó pensamientos suicidas cuando era más joven y que el año pasado le hizo abandonar al burbuja de la WNBA porque no podía con el aislamiento.
Su propia batalla hace que la jugadora del equipo femenino de baloncesto de Estados Unidos sienta una profunda conexión con Simone Biles por elegir su propio bienestar sobre la gloria deportiva. Considerada la mejor gimnasta del mundo, Biles se retiró de la final por equipos y optó por no defender su título olímpico en la final individual del programa completo el jueves.
“Retirarse es una decisión muy difícil. Especialmente a nivel olímpico”, dijo Griner el jueves. “Si no estás en tu mejor momento, no vas a ser la mejor en tu deporte ni a ayudar a tu equipo”.
La salud mental en el deporte, de la que se ha hablado mucho en el último año, era el tema de conversación en los Juegos de Tokio el jueves. Desde hace dos días, deportistas olímpicos de muchas disciplinas han dado un paso al frente para contar sus propias batallas y ofrecer su apoyo a Biles.
“En estos Juegos Olímpicos no sólo se habla de salud mental sino que se ha avanzado en la dirección correcta para apoyarla”, afirmó la nadadora estadounidense Allison Schmitt tras ganar la plata en el relevo de 4×200 estilo libre.
Con un mensaje en redes sociales, Biles dio las gracias el jueves por la respuesta recibida: “la avalancha de amor y apoyo que he recibido me ha hecho darme cuenta de que soy más que mis logros y la gimnasia, algo que nunca antes había creído”.
Damian Lillard, el astro de los Trail Blazers de Portland que compite con el equipo estadounidense de baloncesto, dijo que ni su éxito ni su salario lo hacen inmune a los problemas personales.
“Cuando la gente describe cómo es la depresión o lidiar con problemas de salud mental, algunas veces pienso ‘Hombre, yo tuve un par de momento así. Simplemente no reconocí lo que estaba sucediendo’”, dijo agregando que cuida su uso de redes sociales, que pueden distorsionar e intensificar unas emociones ya de por sí fuertes.
Sí en los Juegos el respaldo a Biles es abrumador, las redes sociales han sido más duras: extraños la han acusado de ser débil, derrotista y que sus decisiones en Tokio han empañado su legado.
La exnadadora olímpica Kirsty Coventry, miembro del COI y presidenta de la Comisión de Atletas del ente, recomienda a los deportistas que eviten estas plataformas durante la competición porque “algunos pueden dejar comentarios negativos y eso puede ser perjudicial para los atletas”.