La nación insular de Seychelles, en el océano Índico, fue de las primeras en el mundo en empezar a vacunar a su población contra el coronavirus, y este mes pretende volver a ser pionera al alcanzar la inmunidad colectiva.
Durante una entrevista con The Associated Press, el presidente Wavel Ramkalawan dijo que ese objetivo debería lograrse a mediados de marzo, “cuando hayamos vacunado a 70.000 de nuestros habitantes. Eso representa el 70% porque nuestra población es de 100.000”.
El país depende fuertemente del turismo, y cuando empezó la campaña de vacunación en Seychelles en enero, algunos trabajadores de la industria turística estuvieron dentro de los primeros en ser inoculados, junto con los trabajadores de salud y el presidente.
Para finales de febrero, alrededor del 44% de aquellos que habían sido vacunados recibieron la segunda dosis.
El archipiélago se ha beneficiado de la llamada diplomacia con vacunas. Sus labores de vacunación empezaron en enero con 50.000 dosis de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la farmacéutica china Sinopharm, las cuales fueron donadas por los Emiratos Árabes Unidos, un cercano socio comercial del país, de acuerdo con la Agencia de Noticias de Seychelles. La aerolínea emiratí Etihad Airways tiene una participación sustancial en la aerolínea Air Seychelles.
Y la India donó 50.000 dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y producida nacionalmente por el Instituto Serum. El gobierno de Seychelles, que cuenta con una población significativa de ascendencia india, dijo que había comprado 40.000 dosis adicionales de la vacuna de AstraZeneca para tener un suministro suficiente para inocular a 70.000 personas.
La inmunidad colectiva se alcanza cuando suficientes personas están protegidas ya sea porque se contagiaron o porque han sido vacunadas, y eso hace que sea más complicado que el virus siga propagándose. El umbral exacto para el nuevo coronavirus se desconoce, aunque algunos expertos han dicho que por lo menos el 70% de la población necesitaría estar protegida para poder mantener al virus bajo control. Sin embargo, el surgimiento de nuevas variantes del coronavirus ha complicado el panorama.
Desde que empezó la pandemia, Seychelles ha registrado 2.849 casos confirmados de COVID-19, incluidas 11 muertes, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África.