La sequía y la persistente intermitencia de apagones generan graves desafíos en la generación eléctrica de Ecuador, con consecuencias económicas significativas.
A pesar de la presencia de lluvias, las principales hidroeléctricas funcionan a menos de la mitad de su capacidad. Además, las condiciones hidrológicas aún no se han recuperado por completo. Según Carlos Andrade, subsecretario de Energía, hay niveles de cota muy por debajo del histórico.
Hasta este martes 7 de noviembre de 2023, Ecuador ha enfrentado una producción hidráulica de 44.078 megavatios hora y una producción térmica de 27.142 megavatios hora. A esto se suma una importación de 7.286 megavatios hora. El subsecretario señaló que diariamente deben realizar cortes de aproximadamente 5.024 megavatios hora para ajustar la producción.
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El consultor energético Miguel Robalino expresó que Ecuador se enfrenta a un largo camino y una factura costosa de 1800 millones de dólares debido a la crisis energética. «Esto denota que la crisis energética trae consigo una crisis económica y podría llevarnos a una recesión», afirmó.
Por su parte, el Gobierno comunicó que los racionamientos persistirán hasta noviembre, a pesar de la adquisición de 40 megavatios de energía de Perú y la producción de Termoesmeraldas. Estos desafíos energéticos plantean una seria preocupación en el país.