Un miembro de un grupo neonazi fue sentenciado el jueves a nueve años de cárcel, en un caso que atrajo atención a un operativo amplio del gobierno estadounidense contra extremistas de ultraderecha.
Agentes del FBI arrestaron a Patrik Jordan Mathews, exreservista de las Fuerzas Armadas Canadienses, junto con otros dos miembros del grupo The Base, cuatro días antes de una marcha a favor de la tenencia de armas en Virginia, en enero de 2020.
Cámaras plantadas en el apartamento en Delaware captaron a Mathews y a su camarada Brian Mark Lemley Jr. elaborando planes para usar la marcha como plataforma para un ataque contra el Capitolio de Virginia, en Richmond.
El juez Theodore Chuang, consideró que la actividad delictiva constituía un plan terrorista, lo que aumentó la sentencia.
Las grabaciones de las conversaciones entre Mathews y Lemley mostraron la “virulencia” y la “pasión” que tenían para matar gente y derrocar al gobierno estadounidense, indicó Chuang.
“Este tribunal rechaza el argumento de que se trató simplemente de una charla entre amigos”, declaró el magistrado.
Mathews, de 29 años, aseveró que no es “una mala persona” y que se arrepiente de haberse juntado “con la gente equivocada”.
Acusado de ser neonazi se defendió
“Me involucré con gente extrema, muy extrema, tan llenas de odio que estaban dispuestas a actuar”, expresó Mathews al juez.
Mathews y Lemley, un hombre de 35 años fue estuvo en el ejército y quien debe ser sentenciado próximamente, se declararon culpables en junio de acusaciones de tenencia ilícita de armas en Maryland. No fueron acusados de violencia alguna, pero la fiscalía los tildó de terroristas internos.
Las grabaciones también captaron a Mathews y Lemley cuando hablaban de ayudar a Dylann Roof — el responsable de la masacre de Charleston — a escaparse de la cárcel donde esperaba su ejecución, de asesinar a un legislador de Virginia, tumbar cables eléctricos y ferrovías y ponerle veneno a las fuentes de agua potable del país, según la fiscalía.