La farmacéutica AstraZeneca, que en colaboración con la Universidad de Oxford trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19, ha sufrido un nuevo contratiempo en su carrera por conseguirla.
AstraZeneca difundió detalles de la tercera fase de los ensayos clínicos de su vacuna contra el COVID-19. Esto tras recibir críticas por falta de transparencia en relación a dos casos de voluntarios que desarrollaron «síntomas neurológicos sin explicación.
La aparición de estos síntomas inesperados en dos mujeres que recibieron su vacuna experimental en el Reino Unidos, obligó a la empresa a detener sus pruebas en dos ocasiones, la segunda a primeros de este mes.
AstraZeneca no reveló ninguna información sobre el estado del paciente y solo indicó que había sufrido una «reacción adversa grave». Actualmente no hay pruebas de que la enfermedad de esta voluntaria haya sido causada por estas pruebas.
En su informe, la empresa, con sede en Cambridge (Reino Unido), señaló que «una revisión independiente» determinó que en ambos casos «se consideró poco probable que estas enfermedades estuvieran asociadas con la vacuna, o bien que no había pruebas suficientes para decir con certeza que las enfermedades estaban relacionadas o no con la vacuna».
RESULTADOS ADVERSOS DE LA VACUNA DE ASTRAZENECA
La compañía no ha aportado muchos detalles sobre la condición de los pacientes. Se sabe que la primera participante desarrolló una inflamación de la médula espinal conocida como mielitis transversa tras recibir una dosis de la vacuna. La compañía informó del caso en julio.
Más tarde se determinó que el paciente padecía una esclerosis múltiple que no había sido diagnosticada y que no estaba relacionado con la vacuna, pues a menudo viene acompañado con mielitis transversa. Por lo tanto, los ensayos se reanudaron.
La segunda participante enfermó después de una segunda dosis de la vacuna, obligando a detener de nuevo los ensayos el pasado 6 de septiembre.
AstraZeneca indicó que el diagnóstico estaba confirmado. Pero una fuente anónima familiarizada con la situación aseguró al The New York Time que la paciente tenía mielitis transversa.
ASTRAZENECA DETIENE LOS ENSAYOS DE SU VACUNA
Para los expertos esta situación es preocupante. «Si hay dos casos, esto comienza a parecer un patrón peligroso», dijo Mark Slifka, experto en vacunas de la Universidad de Oregon. «Si aparece un tercer caso de enfermedad neurológica en el grupo de la vacuna, entonces esta vacuna no puede estar lista», añadió.
El gigante farmacéutico británico anunció anoche que todos los estudios de la vacuna se habían detenido indefinidamente mientras se investiga si el efecto secundario del paciente está relacionado con la vacuna. Esto significa que nadie más recibirá la vacuna hasta que se complete una investigación, informó el británico Daily Mail Online