La lucha de Sean Penn contra el nuevo coronavirus que, provoca COVID-19, ha crecido mucho más allá de sus expectativas.
La organización de socorro durante emergencias del galardonado con el Oscar CORE pasó de dar 6.500 pruebas en un par de semanas a administrar más de 1,3 millones en un periodo de cinco meses. La iniciativa comenzó en cuatro sitios en Los Angeles y actualmente opera en 32 locaciones en ciudades como Nueva York, Atlanta, Chicago, Detroit, Nueva Orleans y Washington.
La organización que comenzó como un grupo de socorro internacional, había planeado inicialmente operar sitios para pruebas en Los Angeles por tres meses. Ahora ha ampliado sus servicios y se prepara para los meses de invierno en los que el virus podría aumentar y agotar recursos.
CORE, que significa Community Organized Relief Effort (esfuerzo de socorro comunitario organizado), ha crecido desde finales de marzo a 900 miembros de personal y voluntarios. Ha realizado un promedio de 15.000 pruebas al día en Los Angeles desde el 26 de mayo, dijeron sus representantes.
Penn celebró los esfuerzos de aquellos que han ayudado a su organización durante la pandemia.
“Pudimos entrar y absorber algunos sitios y expandirnos a otros”, dijo Penn en una entrevista reciente mientras trabajadores de CORE llevaban puestos trajes para manejar sustancias peligrosas para distribuir pruebas gratuitas de COVID-19 en un sitio accesible desde el auto en Los Angeles. La organización está enfocada en realizar pruebas gratuitas a comunidades de escasos recursos, así como trabajadores esenciales y del sector salud.
“Al comienzo reclutamos muy rápidamente porque la gente quería ayudar”, dijo. “Sienten que hay una energía que hará un impacto real”.
La organización de Penn ha implementado sus propias guías llamadas “The Core 8” para combatir el virus. Incluye entregar resultados en 48 horas, un sistema de rastreo de contactos apoyado por el gobierno, kits de alimentos e higiene, además de ayuda financiera para hogares con casos positivos.
El actor espera que la iniciativa de CORE pueda ayudar a detener la propagación del virus, especialmente antes de que más personas permanezcan en interiores por las temperaturas más frías. Al actor le preocupa la falta de recursos si aumentan los casos positivos.
“Así que ¿dónde estamos realmente a nivel nacional?”, preguntó. “¿Dónde estamos en términos de ese despliegue de recursos en caso de un gran aumento?, no creo que ninguno de nosotros sepa”.
CORE ha recolectado gran parte de sus recursos a través de apoyo de ciudadanos y gobiernos locales, junto con organizaciones privadas y sin fines de lucro, incluyendo la Fundación Rockefeller y Direct Relief. Hace unos meses CORE hizo equipo con la oficina del alcalde de Los Angeles Eric Garcetti y el departamento de bomberos de la ciudad para distribuir de manera segura pruebas de COVID-19 gratuitas accesibles desde el auto para aquellos que tuviesen síntomas sospechosos.
“Pero ese no es un modelo sostenible”, dijo Ann Lee, cofundadora y directora general de CORE, que también ayudó a reconstruir Haití después del terremoto de 2010 y el devastador huracán Matthew. Lee pensaba que las pruebas de CORE durarían sólo tres meses como un puente hasta que los programas con recursos del gobierno se hicieran cargo.
“Si estamos por proporcionar un quinto de las pruebas en Estados Unidos, la mayoría a través de donaciones privadas, eso dice algo. Eso es espeluznante”, dijo. “Nos estamos preguntando ‘¿dónde está el gobierno?’ para que podamos mantener esto sosteniblemente esa se está volviendo una pregunta cada vez más apremiante”.
A pesar de sus preocupaciones, Penn dijo que ver a los trabajadores en los centros de pruebas le da esperanza.
“Están en estas pistas a la intemperie hora tras hora, día tras día, seis días a la semana”, dijo. “Está creciendo y ellos siguen ahí, así que uno puede tener esperanza”.