Luis Scola esperaba seguir en el partido hasta que sonara la bocina, porque es eso lo que ha hecho siempre.
Pero su entrenador lo retiró en el último minuto. Ello ocasionó que los pocos presentes se pusieran de pie para despedir con aplausos a un grande del basquetbol.
Y ésa no fue la única despedida que se pudo apreciar el martes, un día histórico en los Juegos Olímpicos, donde bajó el telón de una era en este deporte.
La actuación final de Scola con Argentina llegó horas después de que Pau y Marc Gasol jugaron juntos por última vez con España. Dos países que fueron campeones con jugadores tan brillantes encontrarán ahora dificultades para reemplazarlos.
“Es tiempo de que aparezcan nuevos rostros”, resaltó Scola. “Y es tiempo de que nosotros nos vayamos”.
De ningún modo el argentino quería decir eso, ni siquiera a los 41 años. Sigue amando el basquetbol y lo sigue jugando de maravilla, promediando 19,7 puntos durante la ronda preliminar.
Pero ambos equipos, los árbitros y las pocas personas que estaban en la Saitama Super Arena brindaron a Scola una larga ovación cuando se marchó al banquillo. En ese momento, Australia daba los últimos trámites a una holgada victoria de 97-59.
Y el mensaje quedó claro para Scola.
El duro y fuerte alero comenzó a llorar después de que abrazó al técnico Sergio Hernández y a sus compañeros. Luego levantó la mano para decir adiós.
“Cuando recibís tal respeto de tus colegas, de gente contra la que jugaste, de los árbitros —tampoco había tanta gente ahí por la situación, desde luego—, creo que ése es el máximo reconocimiento”, comentó Scola. “En cierto modo lo sentí en ese momento y fue difícil mantener la compostura”.
Scola se marchó de la cancha llevándose como reliquia el balón del partido. Finalmente había reconocido una derrota ante el padre tiempo.
“Tengo 41 años”, dijo. “No veo que haya mucha gente jugando a mi edad”.
Pau Gasol era uno de ellos, hasta el martes por la tarde.
Al igual que Scola, igualó el récord en el baloncesto masculino, al disputar su quinta edición de Juegos Olímpicos. Es el tercer mayor anotador en la historia de estas justas en la rama de hombres, un lugar encima de Scola.
Pero tras la derrota por 95-81 frente a Estados Unidos, Gasol confirmó que ésta fue su última aparición con la selección española. Y su hermano envió señales claras de que tampoco volverá.
Se marchan de Tokio sin medalla, después de que España obtuvo una en los últimos tres Juegos Olímpicos. Pero no hubo tristeza.
“No, porque hemos vivido muchos grandes momentos”, dijo Marc Gasol. “Hemos tenido muchas medallas. Cuando comenzamos no se suponía que fuésemos a conseguir tantas. Y todo comenzó para mí en 2006, en esta misma arena, así que ha sido un recorrido maravilloso”.