El exfutbolista del FC Barcelona Samuel Eto’o y su exrepresentante José María Mesalles han aceptado este lunes sus penas de prisión respectiva.
Se trata de 22 meses y un año de prisión tras reconocer haber defraudado 3.872.621 euros a la Hacienda Pública, entre 2006 y 2009.
En su declaración en el Juzgado de lo Penal número 11 de Barcelona, Eto’o admitió la defraudación pero deslindó su responsabilidad. Sin citarlo responsabilizó directamente a Mesalles, al que siempre ha definido como «un segundo padre».
De hecho, el exfutbolista camerunés se querelló en su día contra su exrepresentante por presuntos delitos de estafa y apropiación indebida en la gestión de su patrimonio, un asunto que aún se encuentra en fase de instrucción.
«Reconozco los hechos y voy a pagar, pero que conste que entonces era un niño. Siempre hice lo que mi padre me pedía que hiciera», ha afirmado Samuel Eto’o.
Mesalles, por su parte, ha preferido no declarar antes de admitir los hechos. El tercer imputado, Jesús Lastre, administrador de una de las sociedades instrumentales utilizadas en la defraudación, quedó absuelto.
Pedidos de prisión
En su escrito de acusación, la fiscalía pedía penas de 4 años y 6 meses de cárcel para Eto’o y Mesalles. Finalmente quedaron en 22 meses para el exjugador, como autor de cuatro delitos contra la Hacienda Pública. Para su exagente como cooperador necesario se le dio un año en prisión.
Asimismo, el exdelantero africano deberá pagar cuatro multas, una por cada delito. Esto asciende a 1.810.310 euros, y su exrepresentante a otras cuatro por un valor total de 905.155 euros.
Las penas, cuya ejecución quedará en suspenso ya que ninguno de los dos tiene antecedentes penales, han sido atenuadas por el Ministerio Fiscal. Esto, tras ambos reconocer los hechos y devolver parte de las cuotas defraudadas.
Los hechos que hoy han sido juzgados en la Ciudad de la Justicia se produjeron entre 2006 y 2009. En ese entonces Samuel Eto’o obtuvo importantes ingresos por sus derechos de imagen con la marca deportiva Puma y FC Barcelona.
Eto’o simuló que tales derechos habían sido cedidos a dos sociedades residentes en Hungría y España, de forma que las rentas desviadas hacia la sociedad húngara, administrada por Latre, no tributaron a Hacienda, mientras que las desviadas a la sociedad española, administrada por Mesalles, lo hicieron a un tipo muy inferior al que correspondía en el IRPF. EFE