Natalia Ojeda y su hija Sabina, de un año y medio, están desaparecidas hace 22 días. La última vez que fueron vistas fue junto Manolo A., ex pareja de Natalia y padre de su hija.
La abogada de 31 años que laboraba en el Complejo Judicial Norte es una mujer divertida, solidaria, amorosa y apasionada por la pastelería y la atención prehospitalaria, contó su hermano.
La búsqueda de la madre y su hija se ha intensificado y hasta el momento se han realizado tres allanamientos en Quito y Salcedo. Su familia dice que «el proceso judicial avanza con lentitud».
Una carta y muchas inconsistencias
Natalia se separó de Manolo A. cuando estaba embarazada, hace aproximadamente un año y medio, pero desde mediados de diciembre del año pasado mantuvo contacto con él. En Fin de Año viajaron juntos a Salcedo, provincia de Cotopaxi, y desde entonces se desconoce su paradero.
Andrés Ojeda, hermano de la abogada, reveló a Teleamazonas que la última vez que tuvieron contacto con Natalia fue la noche del 3 de enero del 2023. Su hermana Etna y su padre hablaron con ella por teléfono y en una de las conversaciones les dijo que «están en peligro» y «que no sabe qué va a pasar».
Tras perder la comunicación con Natalia, se contactaron con el padre de Manolo A., Homero A., quien les dijo que ya no se encontraban en la vivienda ubicada en Salcedo y habrían salido del lugar la madrugada del 4 de enero. Allí habría encontrado una carta, el celular de ella, documentos y otras pertenencias, que posteriormente fueron entregadas al padre de la abogada, Félix Ojeda.
Según reveló su hermano, en la carta se menciona que ha cometido «una imprudencia que le involucra a Manolo«. Aseguró que se iba a comunicar y les pidió que estén tranquilos. El abogado de la familia de Natalia, Edwin Cevallos Molina, también detalló a Teleamazonas, que en la misiva se despidió e indicó que iba a viajar a Venezuela.
Sus palabras generaron inquietud en la familia porque en otras ocasiones había pasado algo similar por la actitud de Manolo. «Él era celoso y posesivo (…) En dos o tres ocasiones nos tocó sacarle de la casa porque estaba encerrada«, contó Andrés.
Sin una respuesta clara y muchas inconsistencias en las primeras indagaciones, el 13 de enero el padre de Natalia, Félix Ojeda, colocó la denuncia por desaparición e inició el proceso judicial.
Allanamientos y versiones
Desde entonces se han realizado allanamientos en la casa y oficina de Manolo A., ubicadas en Quito, y en la vivienda de su padre en el cantón Salcedo, provincia de Cotopaxi. En todos los operativos se realizó el levantamiento de indicios y se aplicó la prueba de luminol, para buscar rastros de sangre, cuyo resultado fue negativo.
Asimismo, se receptó la versión de Sara, una persona cercana a Manolo, y un taxista, quien los trasladó desde Salcedo a Quito.
El hermano de Natalia indicó que recibió una llamada de Sara, quien le dijo que Manolo «aparentemente tenía una relación con otra persona» e incluso habló de amenazas. Luego, ella le escribió a Natalia para advertirle que corría peligro y que Manolo «estaba como loco», detalló el abogado de la familia Ojeda.
De igual forma, en la versión del taxista no se pudieron conocer mayores detalles porque el recorrido se realizó en la madrugada con las indicaciones de Manolo. Además, él no conoce muy bien la ciudad y solo dice acordarse que pasaron por Redondel del Ciclista, salió a la Plaza de Toros y tomó la avenida 6 de Diciembre.
En las declaraciones también consta que Manolo pidió aproximadamente 3 500 dólares a su padre, antes de desaparecer. Hasta la fecha se desconoce su paradero.
Finalmente, el abogado Edwin Cevallos pidió más apoyo de las autoridades para acelerar la investigación. «La Fiscalía no nos brinda el apoyo que necesitamos. No es posible que podamos contar con más elementos de la Unidad de Desaparecidos como de la Policía».
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