Nord Stream 1, el gasoducto germano-ruso, reanudó esta mañana sus operaciones en el suministro de gas tras 10 días de trabajos de mantenimiento. La noticia despreocupa a países de la Unión Europea (UE) ya que temían que Rusia cerrera el grifo totalmente como medida de respuesta ante las sanciones impuestas por la invasión a Ucrania.
Al gasoducto lo cerraron desde el 11 de julio para realizar los trabajos anuales de mantenimiento. La infraestructura es el principal suministro de gas ruso en Alemania, por lo que temían que no reabriera ante las crecientes tensiones por le guerra en Ucrania.
La actividad ha vuelto a “casi el 40%” de la capacidad total de la infraestructura, según datos de su consorcio gestor, Nord Stream AG, citados por la agencia rusa Ria Novosti. Este volumen es similar al que se enviaba desde junio, antes del parón técnico.
Desde Rusia se argumenta que este límite en el bombeo del gasoducto se debe a una de las sanciones impuestas. Canadá bloqueó la devolución del motor de una turbina que estaba en reparación en ese país, informa El País. El argumento fue calificado por la Unión Europea como un pretexto.
De acuerdo con fuentes citadas en la agencia Reuters, el motor de turbina está bloqueado en la ciudad alemana de Colonia. Y no ha podido llegar al gasoducto porque las autoridades rusas aún no han dado permiso para su entrada en territorio ruso.
Con información de | DW/El País