Rusia bombardeó este jueves Kiev durante la primera visita a Ucrania del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El funcionario lamentó el «fracaso» del Consejo de Seguridad para evitar el conflicto.
En Washington, el presidente estadounidense Joe Biden solicitó al Congreso 33.000 millones de dólares en ayuda adicional para Ucrania.
De este pedido más de 20.000 millones se destinarán a asistencia militar.
«No estamos atacando a Rusia. Estamos ayudando a Ucrania a defenderse de la agresión rusa», dijo Biden, alegando que Estados Unidos no puede «permanecer al margen» frente a las «atrocidades y agresiones» rusas.
Ucrania señaló que identificó a diez soldados rusos como sospechosos de la matanza de Bucha y que registró 8.600 crímenes de guerra desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero.
Zelenski: Rusia quiso «humillar a la ONU»
Los bombardeos de Kiev, los primeros desde mediados de abril, dejaron al menos tres heridos, según el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko.
Esos bombardeos «dicen mucho sobre los esfuerzos de los dirigentes rusos para humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa», dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El mandatario indicó que «cinco misiles» cayeron en la ciudad «inmediatamente después de la reunión» que mantuvo con Guterres.
«Esto requiere una reacción potente, de la misma intensidad», agregó.
Guterres y su comitiva se sintieron «conmocionados» por la proximidad de los bombardeos rusos, aunque todos están «a salvo», dijo un portavoz de la ONU.
Por la tarde, Guterres visitó Bucha, una localidad cercana a Kiev, donde aparecieron decenas de cadáveres tras el repliegue de las tropas rusas, e instó a las autoridades rusas a «cooperar con la CPI (Corte Penal Internacional)» a fin de «establecer las responsabilidades».
El jefe de la ONU definió la guerra como un «absurdo en el siglo XXI» y admitió que el Consejo de Seguridad había «fracasado» en poner fin a la guerra.
Investigación de atrocidades
La fiscalía ucraniana anunció la apertura de una investigación contra diez soldados rusos por su presunta implicación en las matanzas en Bucha.
El 2 de abril, periodistas de AFP hallaron en Bucha una calle repleta de cadáveres. La ONU documentó la «matanza, incluida alguna por ejecución sumaria», de 50 civiles.
Moscú desmintió toda responsabilidad y habló de una «puesta en escena» por parte de Kiev.
La fiscalía general ucraniana dijo además que constituyó «8.600 expedientes específicamente de crímenes de guerra y más de 4.000 vinculados a crímenes de guerra».
Los hechos investigados incluyen «asesinatos de civiles, bombardeos de infraestructuras civiles, torturas», así como «crímenes sexuales» denunciados «en el territorio ocupado de Ucrania», detalló la Fiscal general, Iryna Venediktova.
También se investiga «el uso de armas prohibidas», agregó.
Guterres indicó que la ONU hace «todo lo posible» para evacuar a los civiles del «apocalipsis» de Mariúpol, la ciudad del sur de Ucrania devastada por la ofensiva militar rusa.
«La población de Mariúpol está en una situación de desesperada necesidad (…) Necesita una vía de escape para salir del apocalipsis», dijo Guterres.