Rusia anunció treguas locales en varias ciudades de Ucrania a partir del martes para permitir la evacuación de civiles del conflicto, que el lunes siguió escalando con la muerte de 13 personas en el bombardeo de una panadería industrial a 50 kilómetros de Kiev.
«La Federación Rusa anuncia un alto el fuego a partir de las 10h00 horas de Moscú [07h00 GMT] del 8 de marzo» para la evacuación de civiles de Kiev, así como de las ciudades de Sumy, Járkov, Chernígov y Mariúpol, indicó la célula del Ministerio de Defensa ruso encargada de las operaciones humanitarias en Ucrania, en un comunicado citado por las agencias de noticias rusas.
Según Moscú, las nuevas rutas de evacuación serán comunicadas a las autoridades ucranianas, que deberán dar su visto bueno antes de las 00h00 GMT del lunes por la noche, el plazo fijado por Rusia.
En un discurso en televisión con motivo del 8 de marzo, Putin también anunció que no enviará reclutas ni reservistas a luchar en Ucrania y aseguró que la guerra en ese país estaba siendo librada por «profesionales» que cumplen «objetivos establecidos».
Horas antes del anuncio ruso, Ucrania había destacado algunos «resultados positivos» en relación a los corredores humanitarios, aunque Moscú dijo que no se habían cumplido las «expectativas».
Rusia había anunciado el lunes en la mañana alto el fuego locales y corredores humanitarios para la evacuación de civiles en varias ciudades sitiadas de Ucrania.
Pero cuatro de los seis corredores se dirigían a Rusia y Bielorrusia, por lo que el gobierno ucraniano rechazó de pleno la propuesta. «No es una opción aceptable», dijo la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó este lunes al ejército ruso de haber hecho fracasar la evacuación de civiles.
«Hubo un acuerdo sobre los corredores humanitarios. ¿Funcionó? En su lugar hubo tanques rusos, Grads [lanzacohetes] rusos, minas rusas», denunció Zelenski en un vídeo publicado en la red social Telegram.
Por su parte, el representante ruso acusó a Ucrania de impedir la evacuación de civiles de zonas de combate y de «usar [a los civiles] directa e indirectamente incluso como escudos humanos, lo que es claramente un crimen de guerra».
«Corredores seguros»
Sobre el terreno, la situación no deja de agravarse. Al menos 13 personas murieron el lunes en un bombardeo contra una panadería industrial de Makariv, a unos 50 km al oeste de Kiev.
Además, la situación humanitaria se agrava día tras días, con varias ciudades asediadas en las que los víveres comienzan a escasear y de las que la población intenta salir a toda costa.
Para llevar ayuda humanitaria a las zonas de hostilidades, la ONU «necesita corredores seguros», declaró el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, en el Consejo de Seguridad.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,7 millones de personas a salir de Ucrania, según la ONU, y muchas más han sido desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia.
Además, la agravación del conflicto también está provocando turbulencias financieras y un aumento vertiginoso del precio del petróleo, del oro y del níquel.
El presidente ruso, Vladimir Putin, puso como condición preliminar para la resolución del conflicto que Kiev acepte todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó el lunes que no creía que se podía negociar una «solución real» entre Moscú y Kiev y que el conflicto seguirá, al menos a corto plazo.
«Me quedo aquí»
En Kiev, la capital, los soldados ucranianos se preparaban ante un posible ataque ruso.
«La capital se prepara para defenderse», dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, en la aplicación Telegram. «¡Kiev resistirá! ¡Se defenderá!», agregó.
«Me quedo aquí, me quedo en Kiev (…) No tengo miedo», dijo por su parte Zelenski, el líder ucraniano, que reiteró el lunes por la noche su intensión de seguir negociando con Rusia para llegar a un acuerdo de paz.
En la ciudad portuaria de Odesa, a orillas del mar Negro, muchas familias dejaron a sus parientes más ancianos, demasiado débiles para huir de la ciudad, y a sus animales domésticos en el monasterio Archangelo Mijailovsky, constató la AFP.
«Pero desgraciadamente no podremos recibir a todo el mundo, y además tenemos problemas de dinero», comentó la responsable del monasterio de cúpulas doradas, Madre Serfaim.
En Irpin, una pequeña localidad en las afueras de Kiev parcialmente controlada por las fuerzas rusas, se abrió un corredor humanitario oficioso para que miles de habitantes pudieran huir a través de un puente improvisado y por una carretera custodiada por soldados ucranianos y voluntarios.
Niños, ancianos y familias se apresuraban a meterse en atestados autocares y camionetas, con la esperanza de sobrevivir.
«Estoy feliz de haber conseguido pasar, ahora todo irá bien», comentó Olga, de 48 años, que fue evacuada con sus dos perros.
Según el ministro de Educación, Sergii Shkarlet, 211 escuelas fueron alcanzadas por los bombardeos.
¿Embargo?
En respuesta a la ofensiva, los países occidentales impusieron sanciones sin precedentes contra empresas, bancos y magnates rusos.
Los dirigentes de Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido «afirmaron su determinación a seguir aumentando los costos para Rusia por la invasión de Ucrania, no provocada e injustificada», informó el gobierno estadounidense tras una videoconferencia el lunes.
Los aliados occidentales han mantenido un frente unido sobre las sanciones contra Rusia por haber invadido Ucrania, pero el lunes surgieron grietas ante la perspectiva de un embargo a las importaciones de petróleo y gas rusos, una medida a la que se opone Alemania, que depende del combustible ruso.
Un embargo de este tipo tendría «consecuencias catastróficas para el mercado mundial», reaccionó el vice primer ministro ruso de Energía, Alexander Novak, y dijo que «el aumento del precio podría ser imprevisible y alcanzar más de 300 dólares por barril».
Sin embargo, el presidente estadounidense, Joe Biden, «no tomó decisión aún» sobre un eventual embargo de gas y petróleo rusos, señaló el lunes su portavoz, Jen Psaki.
Por otro lado, Estados Unidos decidió enviar a 500 militares más a Europa para reforzar la seguridad de la OTAN, anunció el Pentágono.
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