De acuerdo a datos históricos, el primero habría visto la luz hace alrededor de 245 años, casi por casualidad.
Fue concebido con fines didácticos, pero pronto comenzó a venderse como un producto de entretenimiento.
Durante los meses más complejos del confinamiento se comercializaron grandes cantidades alrededor del mundo.
Los expertos aseguran que ayuda con la concentración, la memoria y la paciencia. Ideal para niños y jóvenes, pero también personas de la tercera edad.
No importa si tienen pocas piezas o miles, lo importante es aquello que aporta a nuestro bienestar, hoy hablamos de los rompecabezas.