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Rituales tradicionales y poco comunes para recibir un nuevo año

27 de diciembre de 2024
Patricia Armijo

El fin de año en Ecuador es una de las festividades más esperadas y celebradas. En cada rincón las familias y comunidades se preparan para despedir el ciclo que termina y recibir con esperanza y buenos deseos el año nuevo.

Tradiciones como los «Años Viejos», las cábalas y los rituales con alimentos son parte esencial de esta celebración, que combina lo festivo con lo simbólico.

A continuación, presentamos cinco rituales tradicionales que nunca faltan en las celebraciones de fin de año en Ecuador, además de tres costumbres poco comunes pero igualmente fascinantes.

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1. Los Años Viejos: Quema y purificación

La tradición de armar y quemar los «Años Viejos» es una de las más representativas de Ecuador. Se trata de muñecos de trapo, aserrín, papel o cartón que representan lo malo, lo negativo o todo aquello que se quiere dejar atrás.

Al sonar las 12 de la medianoche, estos muñecos son incendiados como símbolo de purificación y de cerrar un ciclo. La quema de los Años Viejos tiene una connotación de renovar energías y comenzar de nuevo, dejando atrás las malas experiencias.

Aunque algunos consideran de buena suerte quemarse a sí mismos, o a un miembro de la familia utilizando su prendas de vestir.

2. Uvas: Las doce uvas de la suerte

Al igual que en otros países de Latinoamérica, la tradición de comer doce uvas al compás de las campanadas de medianoche es común en Ecuador.

Cada uva simboliza un mes del nuevo año, y se cree que al comerlas con rapidez y pedir un deseo por cada una, se atraerán buenas energías y prosperidad. Esta costumbre es practicada en familias y grupos de amigos, quienes esperan que sus deseos se hagan realidad en los meses venideros.

3. El baño de agua: Limpiar el alma y la energía

Un ritual común en varias regiones de Ecuador es el «baño de agua» o «baño de fin de año». Consiste en darse un baño con hierbas medicinales o agua de rosas para limpiar el cuerpo y el alma de las malas vibras del año anterior.

Este ritual está destinado a iniciar el nuevo ciclo con energías renovadas y con un espíritu más purificado. Puede incluir pétalos de flores, miel, canela y otras hierbas dulces para atraer cosas buenas.

4. Las lentejas: Prosperidad y abundancia

El consumo de lentejas también es una tradición común en las celebraciones de fin de año. Se cree que comer lentejas o llevar un pequeño saquito de ellas en el bolsillo atraerá abundancia y prosperidad para el próximo año.

Algunos colocan las lentejas debajo de la almohada, esperando que se conviertan en una fuente de riqueza y estabilidad económica. También hay quienes las lanzan al aire a medianoche para atraer la abundancia y prosperidad.

5. Ropa amarilla: Atraer la buena fortuna

En muchas partes de Ecuador, es común usar ropa interior amarilla en la noche de fin de año. Se cree que este color atrae la buena suerte, la prosperidad y la felicidad.

Algunas personas también prefieren las prendas de color rojo para atraer el amor, o incluso combinan ambos colores para maximizar sus deseos de éxito en el ámbito personal y profesional. A nivel comercial también se ofrecen colores blanco, para la paz, verde para el dinero y mezclas para tener todo.

Rituales poco comunes

Aunque las tradiciones más conocidas dominan las celebraciones, existen rituales poco comunes pero igualmente significativos en distintas partes del país. Aquí tres de ellos:

1. La caminata de los tres deseos

En algunas regiones andinas, especialmente en la Sierra Central y el Oriente de Ecuador, se realiza una caminata al amanecer del primer día del año, en la que los participantes caminan en dirección al sol naciente mientras piensan en tres deseos personales.

Este ritual simboliza la conexión con la naturaleza y la renovación de la esperanza. Se cree que este acto aumenta las probabilidades de que los deseos se materialicen.

2. El vaso de agua y los espíritus

En algunas comunidades indígenas de la región Amazónica, hay un ritual menos conocido que consiste en dejar un vaso de agua en la ventana durante la noche de fin de año.

Este ritual tiene la intención de ofrecer al espíritu del agua una vía para que fluya la energía positiva y la bendición del nuevo ciclo. Se cree que el agua limpia el espíritu de las malas energías y abre un camino para la armonía.

3. El banquete de la abundancia

En ciertas zonas se prepara una mesa especial con alimentos simbólicos como frutas, maíz, pan, queso y otros productos agrícolas. Esta mesa, conocida como «La Mesa de los Santos», se coloca en el centro de la casa para rendir homenaje a los ancestros y a las deidades protectoras del hogar.

Se realiza en un acto de gratitud por lo recibido durante el año y como petición de abundancia y bienestar para el año venidero.

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