Richard Carapaz da vida a escuela de ciclismo de alto rendimiento

El ciclista ecuatoriano Richard Carapaz presentó este miércoles la escuela de alto rendimiento que lleva su nombre, con la que espera impulsar el ciclismo como punta de lanza del deporte en Ecuador.

«El deporte es esencial para la formación del ser humano», declaró la «locomotora de Carchi» en un evento de presentación del centro, auspiciado por un fideicomiso de varias empresas a las que pidió seguir financiando el proyecto «con la intención de replicarlo en todo el país».

Aunque la escuela de ciclismo Richard Carapaz echó a rodar en junio de 2017 con el apoyo de recursos del ciclista y de los padres de los estudiantes, no fue hasta mediados de 2019 cuando la Secretaría del Deporte ecuatoriana aprobó la formación del «Club Deportivo Especializado de Alto Rendimiento Richard Carapaz».

Hoy el centro cuenta con el respaldo de catorce firmas privadas y es administrado por un fideicomiso que gestiona los aportes de mil dólares por cada empresa, destinados al entrenamiento, desplazamiento de los deportistas, asistencia técnica y competiciones tanto a nivel local como en el extranjero.

En definitiva, según explicó el propio deportista, un sueño hecho realidad, una iniciativa destinada a crear un «semillero» de nuevos y jóvenes talentos oriundos de la provincia Carchi, cantera de ciclistas en Ecuador.

«Es un orgullo para mí poder representarlos, no solo como escuela sino como país, como ecuatoriano. Es un orgullo el ver reflejado este trabajo de los últimos años en algo simple, en algo bonito como la sonrisa de un niño», afirmó Carapaz, quien hoy anunció que tiene como objetivo principal de 2020 revalidar su triunfo y volver a vestir la maglia rosa del Giro.

El gerente del club, Omar Chamorro, explicó que 24 niños y jóvenes, entre las que se cuentan dos niñas, conforman el equipo en el que se incluyen categorías que van de los 8 años hasta la mayoría de edad, y que participarán en un total de 18 competiciones a nivel nacional, y cuatro en Colombia.

En varias de ellas ya han cosechado triunfos en todas las categorías.

«Nuestro país tiene grandes talentos escondidos y nosotros somos los encargados de poder descubrirlos», aseguró el ciclista.

Relató una anécdota reciente, la de un niño de 8 años llamado Johan, que al recibir la nueva equipación del club para poder competir en una prueba el pasado fin de semana manifestó «ahora tenemos que ganar», y efectivamente logró un podio en la misma.

Y es que según el ciclista, «la mente es súperpoderosa y cuando nos proponemos algo lo podemos lograr».

Su misión como formador la resume «primero, en formar personas, luego campeones» y buscar el bien común para la sociedad, «queremos entregar seres humanos con valores, (ese es) el objetivo principal de nuestro club». EFE