Las denuncias fueron originadas desde Madrid (España) y rápidamente se ha regado por otras ciudadesdel mundo. Y es que son cada vez más los casos de personas que utilizan a los repartidores o ‘rides’ para transportar sustancias ilíticas. El portal informativo The Objective relata este fenómeno con algunos ejemplos:
Lo que le pasó a la redactora –
Las empresas han optado por medidas de seguridad más fuertes para hacerle frente a este problema. Por lo menos eso dice la periodista Patrizia Aymerich, quien a la par indica que un repartidor, al que identificó como César, llegó a su casa y le dio la orden de abrir el paquete que piensa enviar para comprobar que no sean sustencias ilíticas:
Tenemos que cerciorarnos de que no envíe droga con nosotros, [responde César].
Enseguida, asegura Patrizia, el repartidor encendió la linterna de su teléfono móvil y, a duras penas, con casco, mascarilla y guantes de por medio, revisa la bolsa que contiene chocolates y un desayuno.
La experiencia de «Nano» –
Otro ejemplo es el de Nano, un venezolanos de 26 años que trabaja de repartidor para la plataforma Glovo en las calles de Madrid. Nano afirma que tras aceptar un pedido que decía que la persona quería transportar un libro, llegó a la residencia de un hombre de 57 años. Al entregarle el pedido, ya notó algo sospechoso:
Palpo el libro y siento algo extraño, con una superficie no acorde a un libro. De modo que abro el objeto que estaba envuelto en envoplast y una bolsa. Lo abro, le quito el empaque, y me salió la sorpresa de que era una cantidad de más o menos 3 o 4 gramos hachís. Tengo poco tiempo en Madrid y la cuenta no está a mi nombre, así que me devolví.
Al regresar y proceder a devolvér el pedido, el sujeto le preguntó que por qué lo abríó, a lo que Nano respondió:
No voy a poner mi vida en riesgo y mi seguridad.
A «Meche» tambíen le pasó lo mismo –
Algo similar asegura Meche, una rider venezolana que afirma que casi todos los dealers operan de la misma forma:
No ponen la dirección completa o no indican el piso en el que debemos recoger el paquete, de modo que cuando llegamos al lugar nos reciben de la nada, en la calle.
La chica, que trabaja por primera vez como delivery, indica que Glovo es la única App utilizada por los traficantes porque tiene la opción de “envíos express” o “enviar lo que sea”.
Me pidieron llevar comida y medicinas, pero cuando llegué la persona me dio un sobre manila pequeño. Allí no cabe eso. Entonces, fui a un control policial y les comuniqué lo que sucedía. La policía, en ese momento, me dio su contacto y se quedaron en el sitio, pero nada más. Al llegar, efectivamente el tipo me apareció de la nada, en la calle.
¿Y las autoridades?
Hasta al momento, la Policía de Madrid no tiene registro de los casos totales durante la cuarentena. Lo que si pueden asegurar es que se han reportado casos en países como España, Irlanda, Malasia y el Reino Unido. En estas naciones se han identificado a repartidores de envíos transportando drogas como cocaína, marihuana, ketamina y éxtasis.
Aunque los repartidores no son concientes de los que transportan, la Policía ha asegurado que pueden ser cómplices o, involuntariamente, ser participes en el tráfico de drogas.
Por su parte, Glovo solo ha explicado que en estos casos proceden a cancelar las cuentas de los usuarios, sin embargo, la mayoría de losrepartidores que viven estos caso no recibe respuesta ni apoyo del servicio de soporte, que los penaliza si cancelan los pedidos.
Fuente | The Objective/Europa Press