‘Conmigo triunfan las niñas’: Relato de Norma, sobreviviente de violencia sexual, tras lograr que Comité de la ONU acuse a Ecuador

Actualizado 18:12

Yadira Trujillo Mina. Editora Digital |

“Han pasado los años, pero hay momentos que se vuelven como si hubiera sido ayer”, dice Norma (nombre protegido). Se refiere a lo que vivió 12 años atrás, cuando fue violada por su padre y se convirtió en madre a los 13 años, producto del flagelo.

Es miércoles, corre enero del 2025, y Norma, ahora con 25 años, comparte su historia con Teleamazonas.com, segura de que a través de ella podría cambiar las vidas de otras niñas en Ecuador.

Usa un suéter verde, lleva el cabello suelto y largo. Se toma las manos y asiente con la cabeza cuando está lista para expresar lo que siente tras conocer que el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha fallado a su favor.

Dos días antes, el 20 de enero, el organismo internacional emitió una dura resolución contra el Estado ecuatoriano por violar los derechos de Norma; y contra Nicaragua, por hacer lo mismo con los de otras dos niñas: Lucía y Susana.

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Las tres niñas fueron violadas, quedaron embarazadas y se les negó el acceso a un aborto.

En Ecuador, cuando Norma era una niña, en el 2013, el aborto era legal únicamente para preservar la vida y la salud de la mujer y en casos de violencia sexual contra mujeres con discapacidad mental. En Nicaragua el aborto se penaliza en cualquier circunstancia, sin excepción.

Norma quiere que otras niñas no callen como ella

Norma recuerda que le contó a su hermana lo que su padre le estaba haciendo. “Pero no me creyó. O no sé. Tal vez era porque ella también había pasado por lo mismo”.

Pero la ahora joven reconoce que había otra persona que le hubiera ayudado pero no se atrevió a confiarle lo que estaba viviendo. Se trata de su hermano. “Él siempre me prevenía, pero nunca le tuve la confianza”.

Después de lo que experimentó, la sobreviviente de violencia les dice a las niñas de Ecuador que busquen a las personas que puedan apoyarlas. “Yo sé que si le hubiese contado a mi hermano lo que estaba pasando, él nunca hubiese permitido que esto llegara a mayores, lo sé. (…) Busquemos a esa persona, a la que de verdad le importamos. Porque sí va a haber, aunque sea una, pero va a haber”.

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Las tasas más altas de partos de niñas menores de 15 años se registran en América Latina y el Caribe, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

Este organismo, el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) documentaron que en Ecuador 12 niñas de 10 a 14 años se embarazan cada día.

Aborto por violación en Ecuador

En la actualidad, el aborto es legal en Ecuador cuando el embarazo es producto de una violación. La Corte Constitucional (CC) despenalizó la práctica por esta causal el 28 de abril del 2021 y ordenó que la Asamblea redactara una ley.

La Asamblea elaboró una normativa. Pero el Alto Tribunal ha dictado medidas cautelares con las que suspendió su aplicación. ¿Por qué? La Corte consideró que el cuerpo legal tiene varias barreras de acceso que pueden generar graves vulneraciones de derechos humanos a las víctimas de violación.

Ana Cristina Vera, representante del Centro de Apoyo y Protección de los Derechos Humanos Surkuna, identifica cinco obstáculos:

  • Plazo de 12 semanas de embarazo como máximo para acceder al aborto: Las niñas como Norma no se dan cuenta de su embarazo en ese tiempo.
  • Los requisitos legales (denuncia, declaración jurada o examen médico legal juramentado): En Ecuador hay zonas geográficas sin fiscalías ni notarías. Además, en un contexto de crimen organizado las víctimas tienen «miedo de denunciar a su violador porque te mata”. Así que los profesionales de la salud se niegan a practicar el aborto a una víctima de violación sin los requisitos y, quienes lo hacen, son judicializados.
  • La objeción de conciencia para practicar un aborto a una víctima: La Corte Constitucional ordenó que no se aplique, pero esto no se cumple.
  • El consentimiento de un tercero para el aborto: Las personas con discapacidad no pueden consentir y a las niñas se les pide que lo hagan sus padres, que, como en el caso de Norma, pueden ser sus agresores.
  • No hay proceso especial y específico para personas de las diversidades sexogenéricas: Hombres trans y personas no binarias tienen que vestirse como mujeres para acceder al aborto por violación.

Del infierno a la justicia internacional

Norma no quería ser madre a los 13 años y se vio obligada a convertirse en una, siendo una niña. Con una salud mental afectada, relata que intentó suicidarse. “A veces es duro. Uno siente que nadie le quiere o nadie le escucha”.

Su embarazo llegó a término y tuvo un parto por cesárea en el que, además, cuenta que sufrió violencia obstétrica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define así a las conductas, acciones u omisiones de profesionales de la salud que, de manera directa o indirecta, afectan el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Ocurre, por ejemplo, por un trato deshumanizado.

Todo lo que Norma estaba viviendo le provocó un trauma y recuerda que no quería tener contacto con el recién nacido. Pero, pese al profundo sufrimiento que eso le provocaba, reconoce, tuvo que dar de lactar.

A sus 13 años, la niña expresó que quería dar al bebé en adopción, pero no tuvo acceso a información oportuna y adecuada para cumplir su deseo. Tampoco pudo volver a la escuela, que había tenido que abandonar en el embarazo. Nadie podía ayudarla en el cuidado de su hijo. El padre de la víctima, su agresor sexual, murió años después en la impunidad.

14 años después, en enero de este 2025, Norma encontró justicia fuera de su país. “Me siento muy feliz porque pienso, ojalá Dios lo quiera así, que muchas niñas ya no pasen por lo mismo”.

‘Que en las escuelas nos expliquen cómo es la violencia’

Para que el deseo de Norma sea una realidad y otras niñas no vivan lo mismo que ella, la sobreviviente de 25 años considera que es necesario empezar en las aulas. “Que en las escuelas nos expliquen cómo es el acoso, la violencia”.

Con ese conocimiento, Norma dice que las niñas tendrán herramientas para hablar cuando estén viviendo algún tipo violencia y no se sientan desprotegidas. “En mi caso nunca me dijeron: esto pasa si alguien te toca o te hace daño”.

Norma pide que el Estado ecuatoriano ponga especial atención a las niñas del campo y que la educación sexual y el apoyo psicológico lleguen hasta allí. “Me gustaría que hagan un esfuerzo, porque ahí estamos más desprotegidas”.

Las violaciones de derechos y las medidas de reparación

El litigio internacional del caso fue presentado en el 2019 por parte del movimiento ‘Son niñas, no madres’. Catalina Martínez Coral, del Centro de Derechos Reproductivos, resalta que el Comité de Derechos Humanos de la ONU identificó cinco tipos de violaciones de derechos humanos contra Norma:

  • Vulneración al derecho a la vida
  • Tratos crueles, inhumanos y degradantes
  • Vulneración del derecho a la vida privada
  • Vulneración del acceso a la información y educación
  • Vulneración del derecho a la igualdad y no discriminación

Este 2025, el Comité ordenó que el Estado ecuatoriano aplique medidas de reparación para Norma:

  • Indemnizar y apoyar a Norma para que retome sus estudios, cuente con acompañamiento psicológico y otras medidas que le permita retomar su proyecto de vida.
  • Modificar la ley ecuatoriana para garantizar la interrupción voluntaria del embarazo de manera segura, legal y efectiva, en casos que impliquen sufrimiento intenso como los embarazos que son producto de violación.
  • Emprender acciones para combatir la violencia sexual en todos los sectores, incluyendo acciones educativas y de sensibilización para prevenir, atender y judicializar estos casos.
  • Capacitar a profesionales de salud y operadores de justicia sobre atención integral en casos de violencia sexual y velar por una actuación efectiva cuando exista peligro por antecedentes de agresiones.

Norma cree que el Ecuador puede cambiar

Tras la resolución del Comité de la ONU, Norma espera que el Estado cumpla con lo que se ha ordenado.

Y aunque no puede volver el tiempo atrás para evitar lo que vivió, ella está convencida de que si el Estado cumple, es posible cambiar la realidad que viven niñas víctimas de agresión sexual en Ecuador.

“Siento que puedo cambiar, no solo yo sino muchas otras niñas que van a cambiar y tienen la posibilidad de ya no pasar por lo que yo pasé. Conmigo triunfan las niñas”.

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