Investigadores británicos recomiendan que las minorías étnicas sean consideradas “extremadamente vulnerables” al COVID-19.
Esto daría a aquellos sectores muy golpeados por la pandemia del coronavirus pronto acceso a vacunas que pueden salvar vidas.
Es una de seis recomendaciones hechas por los autores de un estudio publicado el viernes por la revista The BMJ, en el que dicen que un “racismo sistémico” es la principal causa de las altas tasas de mortalidad en las comunidades de minorías étnicas.
Los residentes de estas comunidades tuvieron el doble de posibilidades de morir a causa del COVID-19 comparado con la mayoría blanca durante la primera ola de la pandemia, de acuerdo con investigadores de St. George’s, de la Universidad de Londres, la de Harvard, la Universidad de Manchester y el Imperial College londinense.
“En base a estos datos, considero que, clínicamente y desde un punto de vista de la salud pública, se justifica priorizar a esta gente para mitigar sus riesgos de mortalidad por el COVID”, expresó el doctor Mohammad Razai, uno de los autores del informe, en declaraciones a la Associated Press. “Cuando los colocas en la categoría de extremadamente vulnerables se verán más protegidos, incluso con vacunas”.
Las personas de étnea negra o provenientes del sur de Asia tienen más probabilidades que los blancos de vivir en áreas postergadas de Gran Bretaña.
Esto, combinado con los elevados niveles de enfermedades crónicas y una alta incidencia de personas con ocupaciones riesgosas que no pueden trabajar desde sus casas, produce altos índices de infecciones, hospitalizaciones y admisiones en unidades de cuidados intensivos, según el informe.
Recomendación
Los investigadores recomiendan asimismo que las autoridades desarrollen programas pensados para prevenir contagios del COVID-19, preparen normas laborales que contribuyan a reducir la exposición al virus y prioricen programas preventivos que ayuden a combatir enfermedades como la hipertensión y la diabetes, que afectan de manera desproporcionada a las comunidades minoritarias y hacen que los contagios de COVID sean más severos.
Estas conclusiones llegan en momentos en que en todo el mundo se realizan campañas de vacunación y distintos sectores se pelean por tener acceso a las vacunas.
Hasta ahora la mayoría de los países han dado prioridad a las personas mayores, que son las principales víctimas del virus, y a los trabajadores del campo de la salud que combaten el virus.