Los tenistas que participen en el Abierto de Indian Wells que arranca la próxima semana deberán encargarse de sus toallas en la cancha y los recogepelotas usarán guantes mientras trabajen en los partidos del torneo en el desierto del sur de California.
Las medidas fueron anunciadas el viernes por los organizadores del torneo. También ofrecieron a los aficionados preocupados por el brote del nuevo coronavirus un reembolso por la edición de este año o un crédito para el próximo. El certamen se disputa del 11 al 22 de marzo.
Se colocará una silla al fondo de la cancha para que los jugadores coloquen sus toallas durante los partidos. Los recogepelotas no tienen permitido tocar o mover las toallas de los tenistas.
Las interacciones entre jugadores y aficionados también estarán limitadas en el torneo, conocido de manera informal como el quinto Grand Slam debido a su popularidad entre los tenistas y fanáticos, muchos de los cuales vienen del extranjero. Generalmente atrae a unas 450.000 personas durante las dos semanas que transcurre.
Rafael Nadal, Novak Djokovic, Serena Williams, Naomi Osaka y Coco Gauff sobresalen entre las figuras que estarán presentes este año.
Los organizadores “siguen muy positivos” sobre el torneo de este año, comentó un vocero del torneo.
Otras medidas de precaución incluyen 250 estaciones de gel desinfectante que estarán colocadas por todas partes del complejo.
Además de los recogepelotas, los trabajadores de restaurantes y de tiendas de alimentos portarán guantes, así como los voluntarios que manejen los boletos en las entradas.
Los socorristas y trabajadores de salud tendrán acceso a mascarillas en caso de ser necesario y todas las áreas comunes del complejo serán limpiadas a diario con una aplicación antiviral.
Los organizadores del torneo se coordinarán con hospitales locales y habrá pruebas aprobadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) para cualquier persona que presente los síntomas de coronavirus. Están siguiendo las directrices emitidas por el Centro Médico Eisenhower, el Departamento de Salud del condado de Riverside y los CDC.
El vocero del torneo dijo que se están considerando más medidas y que diario se evaluará la situación para garantizar la seguridad de los jugadores y aficionados.