¿Qué implica el derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria y la invasión de rebeldes a Damasco?

La alianza rebelde siria liderada por islamistas anunció este domingo 8 de diciembre del 2024 la toma de Damasco en una ofensiva relámpago que derrocó al régimen de Bashar al Assad, cuya familia gobernó Siria con puño de hierro durante medio siglo, sumiendo al país en la incertidumbre.

Decenas de personas irrumpieron en la lujosa casa de Al Assad en Damasco después de que el mandatario huyese del país tras perder el respaldo de Rusia. La residencia fue saqueada. 

Una sala de recepción del palacio presidencial, situado en otro barrio, fue también incendiada, indicaron periodistas de AFP. Mientras tanto, decenas de personas salieron a las calles, según imágenes de AFPTV, para celebrar la caída del régimen. Las imágenes mostraron personas pisoteando una estatua de Hafez al Assad, el padre de Bashar. 

El canal de Telegram de la alianza anunció horas después la llegada de su líder, Abu Mohamad Al Jolani, a Damasco. Un video lo mostró arrodillándose y acercando la cabeza al piso.

El enviado de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, calificó la toma de Damasco de «momento decisivo», pero pidió mantener «esperanzas prudentes» tras la caída del régimen.

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El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores afirmó que Al Assad había dimitido y dejado el país, no se conocía su destino. Sin embargo, en horas de la noche (horario local), las agencias de prensa rusas, que citaron una fuente del Kremlin, afirmaron que Bashar al Assad y su familia están en Moscú.

Israel celebra un ‘día histórico’

La caída del régimen de Bashar al Assad en Siria tiene para Israel un significado celebrado tanto por las autoridades como por los analistas locales: la pérdida de influencia de Irán en la región, si bien el vacío de poder en el país vecino genera incertidumbre y, sobre todo, temor a que el armamento del régimen caiga «en las manos equivocadas».

«El régimen de Al Assad era un eslabón central en el eje del mal de Irán: este régimen ha caído», celebraba desde los Altos del Golán, territorio sirio que Israel ocupa desde 1967, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, después de haber apostado sus tropas en el área para neutralizar amenazas por parte de los rebeldes.

El Estado hebreo no permitirá que «ninguna fuerza hostil» se establezca en la frontera, añadió Netanyahu, quien ordenó a su ejército que tomase el control de la zona siria del Golán.

Siria es escenario de una guerra civil desde la violenta represión en 2011 por el régimen de Al Assad de las manifestaciones prodemocráticas en su país en el marco de las denominadas «primaveras árabes».

Tras años de estancamiento, el 27 de noviembre una alianza rebelde liderada por islamistas lanzó una ofensiva relámpago en el noroeste del país. Conquistaron rápidamente varias ciudades con el objetivo de llegar a Damasco y derrocar al presidente. 

«Millones de sirios que se vieron obligados a abandonar sus hogares pueden volver a su tierra«, afirmó desde Doha Hakan Fidan, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, que apoyó a los rebeldes. Ankara está dispuesta a ayudar a Siria a «garantizar su unidad» y «su seguridad», escribió en X.

La guerra en Siria dejó medio millón de muertos y dividió al país en zonas de influencia, con fuerzas beligerantes apoyadas por potencias extranjeras. 

Espectacular ofensiva rebelde

«Después de 50 años de opresión bajo el gobernante partido Baas, y 13 años de crímenes, tiranía y desplazamiento [desde el comienzo del levantamiento en 2011] anunciamos hoy el fin de esta era oscura y el comienzo de una nueva era para Siria», afirmaron los rebeldes.

El líder del grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), Abu Mohammad al Jolani, que dirige la coalición rebelde, pidió a sus combatientes que no se acerquen a las instituciones, que permanecen bajo la autoridad del primer ministro hasta el «traspaso oficial» del poder.

El grupolibanés Hezbolá, apoyo clave de Al Assad, retiró sus fuerzas de las afueras de Damasco y de la región de Homs, en el oeste, dijo una fuente cercana al movimiento. 

La coalición rebelde liderada por HTS, un grupo que estuvo relacionado con Al Qaida, logró un avance espectacular en tan solo diez días, tomando las ciudades de Alepo, Hama y Homs hasta su entrada en Damasco. 

Las tropas gubernamentales también perdieron el control de la ciudad de Daraa, cuna del levantamiento de 2011 y situada al sur de la capital, cerca de la frontera con Jordania. 

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