Al menos el 50 por ciento de las pruebas PCR para detección de COVID-19 adquiridas por el Municipio de Quito corren el riesgo de ser descartadas por caducidad.
La ciudad requiere procesar diariamente cerca de 800 pruebas de manera ininterrumpida por los próximos 4 meses, pero las máquinas adquiridas por el Municipio tienen capacidad para procesar la mitad.