El Municipio de Quito tiene previsto controlar la quema a cielo abierto de monigotes, fuegos pirotécnicos y el uso del espacio público para las celebraciones de fin de año, informó este miércoles la Agencia Metropolitana de Control (AMC).
Ante las directrices del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, entidad encargada de gestionar la pandemia de la covid-19, que prohíben esos eventos públicos que pueden producir aglomeraciones, la AMC ha dispuesto un plan operativo de controles aleatorios en el Distrito Metropolitano de Quito.
De acuerdo con un comunicado emitido por la entidad municipal, la AMC sancionará con una multa de 200 dólares «a quienes realicen incineraciones a cielo abierto de basura, envases, papeles u otros materiales, incluyendo monigotes».
También se ha establecido una sanción de 100 dólares a aquellos que hagan un uso indebido de los espacios de uso común con la colocación de muebles, estanterías para monigotes, sillas o mesas, entre otros.
Por otro lado, «se mantendrá y reforzará la vigilancia del estricto cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, uso permanente de mascarilla, higiene de manos, ventilación adecuada y distanciamiento social».
Agentes de Control Metropolitano vigilarán los espacios públicos junto a efectivos de la Intendencia de Policía, del Cuerpo de Bomberos de Quito, Policía Nacional y Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, en particular, la venta de material pirotécnico.
Y recuerda la nota que la venta de este material en las calles de la capital ecuatoriana está totalmente prohibida, «pues representa un riesgo inminente para la ciudadanía».
Normativa
El Ayuntamiento de Quito llama, por último, a los vecinos de la urbe a respetar la normativa metropolitana y «a vivir estas festividades con seguridad».
En las festividades de fin de año los ecuatorianos suelen quemar monigotes para ahuyentar los malos augurios y anhelar con ello un 2022 de prosperidad y salud.
Pese a las prohibiciones decretadas por las autoridades a la luz del aumento de la incidencia de casos de covid-19 y la irrupción en el país de la nueva variante ómicron, por las calles de Quito y otras ciudades se aprecian en los últimos días monigotes de cartón alusivos al coronavirus, al presidente Guillermo Lasso o a superhéroes.
La tradición señala que durante el 31 de diciembre se coloque al «Año Viejo» (el monigote) en un lugar visible, de ser posible en las afueras de las casas para que puedan ser apreciados por la gente.
Conforme pasan las horas, familiares y amigos se van reuniendo en torno a la figura de cartón o papel, al que le suelen colocar mensajes, para prenderles fuego antes de la medianoche.
Sin embargo, la normativa municipal ha vetado este tipo de celebraciones por segundo año consecutivo debido a la pandemia.