La Navidad es la celebración más grande de diciembre. Su origen se remonta al cristianismo y el nacimiento de Jesucristo en Belén.
Para esperar la ansiada fecha, se diseñaron calendarios que cuentan en reversa los días faltantes hasta la Noche Buena. Esta tradición nació en la Alemania protestante en el siglo XIX y se hacía con velas.
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El objetivo es hacer más amena la espera para las fiestas. Además, se hace en el tiempo de adviento que, para la iglesia Católica, es dos semanas antes del nacimiento de Jesús.
La duración del adviento es entre 22 y 28 días antes de Navidad. Se trata de un tiempo de preparación y reflexión para el acontecimiento insigne de la tradición católica.
Sin embargo, el calendario de adviento se empezó a imprimir y se le incluyeron tabletas de chocolate y otras golosinas para endulzar a espera. Con el objetivo de hacerlo más sencillo, el calendario empezó a correr el primer día de diciembre.
Con el paso del tiempo las marcas comerciales popularizaron su uso como una estrategia de ventas. Algunos se entregan luego de realizar compras de otros productos.
En la actualidad se venden y se incluyen en compras de dulces, joyas, licores, accesorios y mucho más. Estos tienen pequeñas aberturas en las que se incluye un regalo y un mensaje alusivo a la época.
Los niños son los principales destinatarios de este calendario. Aún así hay opciones para que los más grandes puedan disfrutar de esta tradición.