Cánticos, banderas, bufandas y bengalas de colores. El Puskas Arena de Budapest es un hervidero de gente para el juego Hungría-Portugal, que ofrecerá una imagen inédita en esta Eurocopa.
Son 67.000 espectadores en el estadio, donde las mascarillas no son obligatorias, pero sí un certificado de haber sido vacunado.
Mascarilla opcional
Dentro del estadio, el uso de mascarillas no es obligatorio, aunque sí recomendable, pero la mayoría del público ha decidido no ponérsela.
Para poder entrar en el Puskas Arena los húngaros tienen que presentar su «certificado de protección». Es un documento que prueba que su portador ha recibido al menos una dosis de alguna vacuna contra la COVID.
Esta medida fue criticada por varios expertos, que señalaron que la primera dosis en sí no es garantía suficiente. Recuerdan que la inmunidad se desarrolla al menos siete días después de recibir la segunda dosis.
Actualmente el 55% de la población recibió al menos la primera vacuna y el 44% tiene las dosis completas.
El Puskás Aréna fue inaugurada en 2019 con un amistoso que Hungría jugó con la selección del Uruguay, en el que los sudamericanos ganaron (2-1).
El estadio, que lleva el nombre del histórico goleador de la selección húngara y española, es la única sede de la Eurocopa que permite el aforo máximo.
Portugal nunca ha perdido en sus 13 partidos anteriores contra Hungría, con un saldo de nueve victorias y cuatro empates. Anotó 30 goles y concediendo solo diez.
Alemania y Francia debutan este martes en la Eurocopa 2020
Un inagotable Cristiano Ronaldo lidera a Portugal en la defensa del título Europeo https://t.co/A0G2vsfd5m pic.twitter.com/VfOp2s7J74
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