La muerte de la reina Isabel II activa un protocolo estricto en Reino Unido. Después de que la primera ministra británica Liz Truss conociera que «El puente de Londres ha caído», a través de una breve llamada telefónica de Buckingham, se inicia la llamada ‘Operación London Bridge’.
El «día D» -como se denomina al día de la muerte de la Reina- implica una cascada de llamadas y correos electrónicos a funcionarios y ministros de relevancia, cuyo borrador ya estaba escrito antes de que se conociera del deceso de la monarca.
«Estimados compañeros, es con tristeza que les escribo para informarles de la muerte de Su Majestad la Reina», es el texto que firmará el secretario del gabinete (el funcionario de mayor rango en el Reino Unido) a los ministros.
Tras el envío del mensaje, todas las banderas de Whitehall -la zona parlamentaria- deben bajarse a media asta en 10 minutos, algo que Downing Street calificara en su momento de «imposible» sin la ayuda de un contratista externo.
De igual manera, dentro de los protocolos, se contempla que los ciudadanos británicos conozcan la noticia a través de una «notificación oficial» emitida por la Casa Real.
La primera ministra será la primera integrante del gobierno en hacer una declaración y el resto de miembros del Ejecutivo no podrán pronunciarse al respecto hasta entonces.
Por otro lado, el Parlamento británico, así como las cámaras autónomas de Escocia, Gales e Irlanda del norte cesarán su actividad; se anunciará un minuto de silencio a nivel nacional y el Ministerio de Defensa disparará salvas desde diversas ubicaciones.
Protocolo en las redes sociales
La «Operación London Bridge» también incluye un protocolo exclusivo para redes sociales, con la prohibición de retweets en cuentas oficiales y contenido no urgente. El negro bañará los perfiles sociales del gobierno, así como la página web oficial de la familia real.
Sin duda, el «día D» es una jornada frenética para el primer ministro, ya que tendrá una audiencia con el nuevo rey Carlos y acudirá al servicio conmemorativo que la Catedral de San Pablo albergará en honor a la reina, una ceremonia de corte íntimo y «espontáneo».
El protocolo contempla diferentes alternativas, dependiendo del lugar de fallecimiento de la soberana.
La muerte de Isabel II ocurrió en Balmoral (Escocia). Para su traslado a Londres hay dos opciones, según el protocolo, la «Operación Unicorn», que la llevará, o la «Operación Overstudy», que trasladará el féretro en avión.
Si la muerte se hubiese producido en su residencia de Sandringham (este de Inglaterra) su ataúd llegaría en un tren y sería recibido por la primera ministra en la estación londinense de St Pancras.
El Día D+2 en el Reino Unido
En el segundo día de luto, el féretro con la reina regresará al Palacio de Buckingham, y en el quinto marchará en procesión hasta el palacio de Westminster. Allí, permanecerá hasta el octavo en una caja elevada y abierta al público durante 23 horas al día.
El día «D+10» -jornada en la que se celebrará el funeral de estado- se declarará festivo.
El acto se llevará a cabo en la Abadía de Westminster y la monarca será enterrada en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI del Castillo de Windsor, junto a su esposo, el recientemente fallecido duque de Edimburgo. EFE
Reino Unido en alerta por la salud de la reina Isabel II
La salud de la reina Isabel II, que hace tiempo experimentaba problemas de movilidad, ha empeorado https://t.co/6CJXHx0dul pic.twitter.com/IbLSQGtOK6
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