En Quito está prohibido para colocar propaganda electoral en el espacio. Aunque en la legislación municipal establece varias condiciones, en la práctica casi nadie la respeta.
Este problema se repitió en la campaña para las elecciones seccionales, para el Consejo de Participación Ciudadana y Referéndum. Los espacios comunales han sido cubiertos con propaganda de diversos movimientos políticos.
Jaime Villacreses, supervisor de la Agencia Metropolitana de Control, asegura que «la propaganda está totalmente prohibida, así como los atentados a los espacios públicos, como por ejemplo la pintura».
En varios sectores de la ciudad, incluso en las paradas del Metro, se encontraron grafitis a favor del sí y también leyendas por el no para la consulta popular.
Los permisos para que puedan colocar afiches u otros avisos se otorga en cada administración zonal. En caso de no contar con esta autorización se impondrá una multa de dos salarios básicos unificados, es decir, 900 dólares.
Existen zonas en las que no se necesita autorización para poner esta propaganda. Estas son: Centro Histórico y La Mariscal.
Asimismo, la norma establece que los movimientos o partidos que tienen autorización tiene 10 días después del cierre del periodo electoral para restituir el espacio público a su estado original.
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