Expertos sostienen que el consumo de grasas trans es altamente dañino para la salud de las personas e instan prohibir su uso en la producción de alimentos. Estas y otras directrices se expusieron durante el foro virtual de ‘Políticas públicas para la eliminación de grasas trans de producción industrial en México’.
Cada año más de 260.000 personas en el mundo mueren por enfermedades relacionadas con el consumo de grasas trans. El 61 % de ellas serían de América Latina y el 45 % de las muertes anuales son prematuras «es decir, no debieron ocurrir a esa edad».
Cristian Morales, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México, puso datos importantes sobre la mesa. Existiría evidencia de que el consumo de grasas trans aumenta el riesgo de muerte por cualquier causa en 24 % y entre 7 y 10 % el riesgo de muerte cerebro vascular.
Los especialistas creen que es indispensable pugnar por eliminar la ingesta de este tipo de sustancias, ya que propician el desarrollo de enfermedades ‘no transmisibles’. Estas serían padecimientos cardiovasculares, infartos y son factores de riesgo para la diabetes.
Para enfrentar el problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene una ambiciosa iniciativa que busca eliminar del suministro global de alimentos las grasas trans de producción industrial para 2023. A la fecha, 58 países han tomado medidas y más de 100 naciones carecen todavía de medidas para eliminarlas.
Fuente | Swissinfo.ch/EFE