El Procurador General del Estado, Íñigo Salvador, reconoce que en su gestión se han recuperado ‘migajas’ de los dineros desviados en actos de corrupción.
Lo justifica en la falta de herramientas jurídicas y plantea un paquete de reformas de cara al relevo en la institución.
Estas reformas serán propuestas en la Asamblea y probablemente enviadas por su sucesor.
Son los últimos días de Salvador en la Procuraduría. Su período culminó en julio pasado y desde entonces está en funciones prorrogadas.
La fecha del relevo depende de qué tan rápido avance la selección de su sucesor en el Consejo de Participación Ciudadana que ya trata la terna enviada por el Presidente Lasso.
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