Los artesanos de la calle 6 de Marzo se sienten preocupados al no poder vender sus monigotes. Al lugar llegan pocas personas para no perder la costumbre de adquirir su tradicional muñeco.
Llenos de incertidumbre, preocupados y con grandes pérdidas económicas se encuentran los artesanos de las tres asociaciones de la calle 6 de Marzo ante la escasa venta de monigotes.
Debido a esta situación, los artesanos no cuenta con el dinero suficiente para pagar el arriendo y los materiales empleados para realizar los monigotes. «Nos mata el virus o nos mata las deudas, porque nosotros estamos endeudados», indica Jacinto Fernández, artesano del lugar.
Son 18 cuadras, desde la Huancavilca hasta la calle Venezuela, donde están ubicados los artesanos para vender los monigotes.
Según indican los artesanos, los compradores son de otros cantones donde no existe la restricción de quema de años viejos. Además quieren mantener viva la tradición pese a la pandemia de la covid-19.
En la calle 6 de Marzo existe una poca concurrencia de compradores debido a las restricciones. En esta tradicional avenida acuden turistas nacionales y extranjeros, por ello los artesanos han optado por realizar fotografías con los monigotes para recuperar una parte de la inversión.
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