Un creciente brote de coronavirus en las filas del Manchester City llevó a la Liga Premier a posponer el partido frente al Everton del lunes y obligó al club a cerrar sus instalaciones de entrenamiento.
El club del técnico Pep Guardiola había anunciado el viernes que el delantero brasileño Gabriel Jesus y el defensor Kyle Walker dieron positivo en COVID-19, al igual que dos miembros de su personal. Aún así, el City pudo enfrentar al Newcastle el sábado.
Pero horas antes de que iniciara el duelo en Goodison Park el lunes, el City informó que la más reciente ronda de pruebas había arrojado “un número” de contagios de coronavirus, lo que obligaba el aplazamiento del encuentro.
“Con la seguridad de la burbuja en riesgo, existía el peligro de que el virus se propagara más entre el plantel, el personal y potencialmente más allá”, detalló el City. “Con base en una seria recomendación médica de la Liga Premier, tras consultar a ambos clubes, se ha decidido posponer el partido”.
La decisión fue tomada en medio de preocupaciones en Inglaterra sobre la propagación de una variante de COVID-19.
“Las instalaciones de entrenamiento del primer equipo en la Academia de Fútbol del City cerrará sus puertas por un periodo indeterminado, mientras la burbuja para jugadores y personal relacionado está siendo probada antes de tomar cualquier decisión respecto a la reanudación de los entrenamientos”, indicó el City.
La Liga Premier señaló que el martes se realizarán más pruebas en las filas del City.
El viaje del City a Everton es el segundo partido de la Liga Premier en esta temporada en ser suspendido por contagios de coronavirus, luego del duelo entre Newcastle y Aston Villa a principios de este mes.
“La Liga Premier continúa teniendo plena confianza en los protocolos y normas, y en la manera en que todos los clubes los están implementando”, subrayó la liga.