El coronavirus, como la mayoría de los microorganismos, cambia con la finalidad de extender su supervivencia y en el caso del SARS-CoV-2 han aparecido algunas variantes.
La semana anterior se reportó el hallazgo de una nueva variante de coronavirus en Nueva York, Estados Unidos, en el organismo de una pequeña niña que habría presentado niveles altos de carga viral.
Dos factores que dan paso a una probabilidad mayor de que un virus cambie y se presente una nueva variante son la cantidad de personas infectadas y el tiempo que tengan que enfrentar la infección por coronavirus.
Es decir mientras más personas estén infectadas y su tiempo de infección sea más largo es más probable que el virus cambie y nazca así una nueva variante del microorganismo.
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La única forma de combatir a la pandemia de coronavirus es desarrollar un proceso de vacunación masiva para lograr así niveles de inmunidad grandes con la finalidad de que el virus no encuentre organismos que pueda infectar y así desaparezca hasta ser una amenaza pequeña.
Lamentablemente los procesos de vacunación se desarrollan de manera desigual entre los países, pues las naciones que cuentan con los recursos económicos pueden acceder a las vacunas de una manera más rápida y masiva, mientras que en otros países se complica la obtención de dosis básicas.
Los expertos recomiendan seguir usando mascarilla como una medida de bioseguridad, incluso después de haber recibido las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, además de mantener el hábito de lavarse las manos con agua y jabón cada vez que llegue a su destino.
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