El número de fallecidos en Portugal por coronavirus se sitúa en 470 personas, en tanto que hay ya 15.987 contagiados por la enfermedad, según el último balance presentado hoy por las autoridades sanitarias.
Comparado con los datos del viernes, el país registra 35 muertes más y 515 contagios nuevos en 24 horas.
La ministra de Sanidad, Marta Temido, ha destacado hoy en una rueda de prensa que los contagios se han incrementado en un 3 % de un día para otro, una brusca desaceleración dado que la subida registrada ayer viernes fue del 11 %, casi el doble que lo de la semana anterior.
La cifra desmintió que fuera inminente la estabilización de la curva portuguesa y llevó a las autoridades a intensificar los llamados a la población para mantener el recogimiento durante la Semana Santa, periodo en el que se han endurecido las restricciones de desplazamientos.
Además, se plantea ya abiertamente extender el estado de emergencia al 1 de mayo con una nueva prórroga que el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, espera proponer formalmente la semana que viene.
«Si fuésemos a la calle y nos relacionásemos indiscriminadamente, sabemos evidentemente que eso tendría un efecto sobre nosotros» en términos de aumento de contagios, comentó la ministra durante la rueda de prensa de hoy.
Desde el pasado jueves hasta el lunes está prohibido que los ciudadanos se desplacen fuera del municipio de residencia a menos que se disponga de una justificación laboral, algo que controlan cerca de 35.000 agentes de la Guardia Nacional Republicana y la Policía de Seguridad Pública.
Además, durante estos cinco días están cerrados al tráfico de pasajeros todos los aeropuertos del país.
Los portugueses se encuentran actualmente bajo un «deber de recogimiento general», para permanecer en su residencia salvo en las excepciones incluidas en la ley -como comprar bienes esenciales o hacer deporte al aire libre-, pero solo hay sanciones para los enfermos o casos sospechosos de coronavirus que se salten el confinamiento.
Un deber respetado por la gran mayoría de ciudadanos durante la segunda quincena de marzo, aunque en los primeros días de este mes, y ante la sucesión de noticias sobre la inminente estabilización de la curva, empieza a quebrarse, dejando ver calles más concurridas. EFE