Al menos 14 policías resultaron heridos este miércoles 19 de octubre de 2022 en choques con indígenas desplazados por el conflicto armado en Colombia y que ahora viven en Bogotá, donde se manifestaban, informó el ministro de Defensa.
Los comuneros protestaban en el centro de la capital colombiana por el hacinamiento y las malas condiciones en las que permanecen en un albergue de la ciudad, cuando estallaron los enfrentamientos, según la ONG Temblores. Videos difundidos en redes sociales muestran a indígenas del pueblo Embera agrediendo a los policías con bastones de palo. Un uniformado estaba tirado en el piso mientras recibía golpes de una multitud.
#Inaceptables actos de violencia anteponiendo mujeres y niños.
— Brigadier General Carlos Fernando Triana Beltrán (@PoliciaBogota) October 19, 2022
Hemos desplegado todas las capacidades para identificar, individualizar y dar capturar a los responsables de estos lamentables hechos. #DiosYPatria @ClaudiaLopez pic.twitter.com/SnLK9340Re
«Nada justifica la agresión que sufrieron esta tarde 14 miembros de la Policía Nacional a manos de indígenas en Bogotá. Los agresores deben ser judicializados y sancionados», escribió en Twitter el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Por su parte, en la misma red social, el presidente Gustavo Petro condenó las agresiones: «Nunca será protesta la agresión a un policía (…) Es también violador de derechos humanos el que agrede en estado de indefensión a un policía».
Civiles y funcionarios heridos
Según Temblores, una organización que monitorea la protesta social en el país, 11 funcionarios de la Alcaldía de Bogotá y cinco civiles también resultaron heridos.
La secretaria de Educación de Bogotá, Edna Bonilla, alcaldesa encargada ante la ausencia temporal de la mandataria Claudia López, declaró a los medios que la fuerza pública «se vio en la necesidad» de usar la fuerza, debido a que los indígenas se querían tomar un edificio privado, por lo que estos respondieron.
Cientos de aborígenes embera malviven desde 2020 en Bogotá, a donde llegaron desplazados por los grupos armados que los obligaron a abandonar sus hogares en los departamentos de Chocó (noroeste) y Risaralda (centro-oeste).
Durante meses ocuparon el Parque Nacional, en el corazón de esta ciudad de ocho millones de habitantes, y fueron traslados en mayo a un refugio, desde donde denuncian abandono estatal.
Según testimonios recabados por la AFP cuando aún no abandonaban el parque, los indígenas temen volver a sus lugares de origen ante la intimidación de las organizaciones ilegales. Por las agresiones de este miércoles, la policía divulgó un cartel con fotografías de 18 de los involucrados y ofreció una recompensa de unos 10.000 dólares por información que ayude a ubicarlos.
Las poblaciones originarias libran una disputa histórica por la tierra, son víctimas del racismo y blanco frecuente de grupos armados financiados por el narcotráfico. Según la Organización Nacional Indígena de Colombia, al menos 2.200 emberas han sido desplazados por la violencia.
Con información de | Agence France-Presse/