Polémica por muro en el colegio Benalcázar de Quito; ¿error urbanístico?, ¿costo?

Actualizado 13:35

Redacción Teleamazonas.com |

Un nuevo elemento en el paisaje urbano del norte de Quito ha generado controversia entre ciudadanos y expertos. Se trata del muro levantado alrededor de la Unidad Educativa Municipal Sebastián de Benalcázar, ubicada entre las avenidas 6 de Diciembre y República de El Salvador.

El muro es una estructura de bloque, pintado de blanco y completamente cerrado. También tiene una decoración gris en cada pared y plantas ornamentales adornan el exterior.

Antes de la construcción de este muro, quienes transitaban por los alrededores del colegio municipal podían observar a los estudiantes jugando fútbol, practicando deportes o interactuando en su día a día. Sin embargo, la reciente construcción del muro impide esa visión, lo que ha desatado un intenso debate en redes sociales y círculos académicos.

En un encuentro con los medios, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, defendió la construcción del muro como una medida necesaria para garantizar la seguridad de los estudiantes. Sin embargo, en la página oficial del Municipio no se ha publicado información adicional sobre este proyecto.

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¿Cuánto costó el muro del colegio?

Este proyecto fue calificado por el Municipio de Quito como una “repotenciación del cerramiento” con una inversión de más de 280 000 dólares.

El exasambleísta Fabricio Villamar criticó el costo de la construcción del muro. «231 132 dólares ha costado la «repotenciación del muro del colegio Benalcázar. La revolución poniendo en «marcha» la inversión pública».

Críticas sobre el impacto urbano y social

La construcción del muro desató una polémica y ha sido duramente cuestionada en redes sociales. Por ejemplo, Luiza Daniela Miño, consultora educativa, expresó en su cuenta de X: “También me sorprendió el muro del Benalcázar. Entiendo que han tomado medidas para hacer una escuela más segura para sus estudiantes. Sin embargo, era la única escuela pública en medio del centro económico de la ciudad y que se podía ver desde afuera la vida y cultura escolar.

Por su parte, Diego Hurtado Vásquez, docente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central, señaló en un post en Facebook que se deben evitar los muros ciegos y deben ser transparentes (rejas, mallas vidrio…)”.

Estos permitirán “un contacto visual entre el espacio público y el espacio interior“. Además, dijo que no solo afectan la relación entre el espacio público y privado, sino que podrían resultar contraproducentes para la seguridad. Señala que sin contacto visual con el exterior, los delitos son más fáciles de ejecutar.

Los muros transparentes «mejoran la seguridad ya que permite ver lo que está pasando al interior. Y eso es persuasivo para los ladrones, ya que pueden ser observados por los vecinos».

«Es un desperdicio total de recursos públicos. Hay que corregir este error. Debe existir alguna norma que no permita que se construyan muros ciegos y que incentive a quitarlos a los que los tienen», añadió Diego Hurtado.

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