El Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú apunta a un trabajo científico que concluya con el desarrollo de una vacuna universal.
Esta vacuna ayudaría a las personas a protegerse contra el rotavirus y la gripe, así afirmó el director del Centro Gamaleya, Alexander Guíntsburg, en una entrevista a TASS.
El centro, que desarrolló la vacuna Sutnik V contra el COVID-19, también trabaja en la renovación de la inoculación para luchar contra la tuberculosis que debería reemplazar a la anterior.
Por último, los investigadores de Gamaleya trabajan para disminuir la resistencia a los antimicrobianos que resulta un escollo peligroso para la salud de todos los habitantes de la Tierra.
«En el caso de que el mundo microbiano nos presente nuevos retos, estamos dispuestos a hacerles frente a ellos también», aseguró Guíntsburg.
La vacuna contra el COVID-19 ayudó de forma significativa a la lucha contra la pandemia, pero varios países europeos sufren una tercera ola de contagios, gracias a las personas que no recibieron el esquema completo de vacunación o que de plano no recibieron ni una sola dosis.
La ocupación de camas en cuidaos intensivos subió en las ´últimas semanas y países como Alemania, Rusia y Dinamarca reportaron picos de casos e incluso de muertes por COVID-19. En promedio el 80% de los internados estuvo conformado por gente que no recibió la vacuna o solo asistió a la primera dosis.
De toda la población mundial el 40% ya ha recibido el esquema completo de vacunación, pero según los expertos el mundo está lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño.