Para concientizar sobre la importancia que tiene la educación para que niñas y jóvenes mujeres alcancen sus sueños, Plan International lanza una campaña informativa a nivel regional en 11 países de América Latina y el Caribe.
Plan International lanza la campaña «Creemos en las niñas», un movimiento regional y local que busca presentar información, visibilizar historias de vida y sobre todo motivar a la sociedad a que se una a esta causa. La violencia, el embarazo en niñas y adolescentes, las uniones tempranas y forzadas y la falta de acceso a una educación de calidad son problemáticas que cada vez van en aumento. A escala mundial, las niñas y mujeres jóvenes son una de las poblaciones con mayor vulneración de derechos, y en Latinoamérica, Ecuador no es la excepción.
Una de las consecuencias más graves de la pandemia COVID-19 es el limitado acceso a educación, estamos enfrentando la mayor interrupción en la historia y un retroceso de entre una y dos décadas en materia de géneroi; muchas niñas y mujeres están sin acceso a educación, trabajo y servicios esenciales y aisladas y encerradas con sus agresores; es decir, sin recursos para solventar la supervivencia y para preservar su seguridad y su vida.
Según datos del INEC 2019, menos de la mitad de los hogares en Ecuador tiene acceso a internet, y en zonas rurales la cifra disminuye a dos de cada 10ii. Esto, sin dejar de lado que el sistema educativo no cuenta con recursos pedagógicos apropiados ni con personal capacitado para la educación virtual.
“La educación de calidad es un derecho fundamental y una de las herramientas más potentes para cerrar las brechas de acceso al conocimiento y a recursos, así como para derribar barreras que a lo largo de la historia han dificultado que las mujeres jóvenes alcancen la autonomía socioeconómica”, asegura Rossana Viteri, Directora de Plan International Ecuador.
La educación de calidad debe estar al alcance de todas las personas, de manera independiente de su condición socioeconómica y geográfica; es decir, para quienes viven en las ciudades y en los sectores rurales, y, debe garantizar el aprendizaje integral desde una perspectiva de derechos y género.
En el país la pandemia ha afectado a 4.4 millones de estudiantes, especialmente a niñas y adolescentes de los sectores más empobrecidosiii. Tener que dejar de estudiar ha afectado de manera profunda, la vida de las niñas y de las mujeres jóvenes porque, además de no tener acceso a la herramienta fundamental para alcanzar su autonomía social y económica, tienen menos posibilidades de mantener sus redes de apoyo y la comunicación con el mundo fuera de casa. Estar aisladas incrementa de manera significativa el riesgo a ser violentadas y disminuye sus posibilidades de buscar auxilio.
Plan International ha desarrollado varios proyectos que incluyen becas educativas para que las niñas y mujeres jóvenes estudien. En marzo de 2021 presentó el libro, Jóvenes que Inspiran, que recoge testimonios de liderazgo y superación de personas que han participado en estos proyectos, demostrando que los sueños se cumplen aún en los contextos más difíciles, siempre y cuando se garantice su educación.
“Con la campaña ‘Creemos en las niñas’ queremos visibilizar las situaciones que están enfrentando las niñas y mujeres jóvenes en esta crisis. Sin embargo, también queremos dar un mensaje de esperanza para ellas, invitando a entidades públicas y privadas y sociedad civil a “Creer en las Niñas” y a unirse a esta campaña para impulsarlas a tener un futuro mejor a través de la educación”, expresa Rossana Viteri.
La iniciativa será lanzada este 26 de abril, en 11 países de América Latina y el Caribe (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana). Como parte de la campaña, se activará una plataforma que permitirá ayudar a las niñas y mujeres jóvenes que enfrentan esta situación y convertirlas en agentes de cambio.
De esta manera la campaña “Creemos en las niñas” destaca la importancia de invertir en educación de calidad para las niñas y mujeres jóvenes en Ecuador, sobre todo durante la crisis del COVID-19.