La venta de vacunas durante la pandemia ha impulsado las finanzas de la farmacéutica Pfizer y demostrado que la estrategia que la compañía comenzó a implementar hace más de una década le está dando buenos resultados.
La farmacéutica, con sede en Nueva York, reportó el martes ganancias por 4.900 millones de dólares en los primeros tres meses del año.
Además, incrementó fuertemente su pronóstico de beneficios para el resto de 2021 gracias a la enorme demanda de su vacuna contra el COVID-19.
Sólidos ingresos para los próximos tres años
La empresa, junto con su aliada alemana BioNTech, prevé sólidos ingresos por su vacuna y por las dosis de refuerzo para los próximos tres años.
Pfizer, alguna vez vista como una máquina de mercadotecnia para sus exitosos tratamientos como el Viagra y Lipitor, se ha transformado en una potencia en la fabricación de medicamentos para el tratamiento del cáncer, enfermedades raras y, desde luego, vacunas.
El martes, Pfizer prácticamente duplicó sus proyecciones de ventas para su vacuna contra el COVID-19 este año, de 15.000 millones de dólares a cerca de 26.000 millones.
Sus socios esperan poder entregar cerca de 2.500 millones de dosis de vacunas este año, incluyendo unas 300 millones en Estados Unidos, y ya se alistan para lo que podrían ser refuerzos anuales.
El ingreso de Pfizer al negocio de las vacunas
Pfizer ingresó en el discreto y poco rentable ramo de las vacunas en 2009, cuando adquirió a Wyeth y lo que en ese entonces era su vacuna experimental contra el neumococo.
La vacuna, que protege de infecciones por neumococo en el oído, torrente sanguíneo y otras partes del cuerpo, fue aprobada en Estados Unidos al año siguiente.
Se convirtió en la vacuna más lucrativa del mundo con ventas anuales de unos 5.000 millones de dólares, una cifra sin precedentes hasta ese momento.
La experiencia de Pfizer
“Los inversionistas eran escépticos ante la adquisición de Wyeth debido a que las vacunas eran un área aletargada de alto riesgo y que rara vez rendían dividendos suficientes para justificar la inversión. Pfizer demostró que se equivocaban”, dijo Erik Gordon, profesor de negocios en la Universidad de Michigan.
Pfizer comenzó a desarrollar más vacunas y a acumular experiencia. Entonces, en 2018 comenzó una alianza con BioNTech enfocada en la creación de una vacuna contra la influenza con una tecnología nueva que empleaba ARN mensajero o ARNm.
La vacuna utiliza material genético en lugar de un virus inactivo para entrenar al sistema inmunitario del organismo para producir anticuerpos en caso de una infección viral.
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Los últimos estudios revelan la eficacia de la vacuna de SinoPharm https://t.co/tHoLo7XaJH pic.twitter.com/3Zr9BZlSOK
— Teleamazonas (@teleamazonasec) May 5, 2021
Pero mientras la vacuna contra la gripe aún estaba en fase de pruebas, apareció el nuevo coronavirus y las empresas se volcaron a utilizar la tecnología para desarrollar una vacuna.
Su vacuna ha mostrado una eficacia superior al 90% y se ha ganado rápidamente la aprobación de emergencia en un país tras otro, al tiempo que ha evitado los retrasos en la fabricación y las dudas sobre inocuidad que afectan a algunos rivales.