Francisco Sagasti se convirtió el lunes en el nuevo líder del Parlamento de Perú y se espera que pronto sea designado presidente de la nación luego de la renuncia de su antecesor y sucesivas protestas que dejaron dos muertos y más de 100 heridos.
El ingeniero, de 76 años, reemplazará a Manuel Merino, quien dimitió el domingo tras gobernar por seis días entre manifestaciones que provocaron un vacío de poder por más de 24 horas.
Sagasti, del centrista Partido Morado, fue elegido por los legisladores luego de que se presentó en una lista única para dirigir el Parlamento. Al no existir mandatario, de acuerdo con la ley, Sagasti asumirá la presidencia del país.
El ingeniero industrial trabajó como jefe de planeamiento estratégico y evaluador de políticas y relaciones externas del Banco Mundial y en otros cargos de asesor en diversos gobiernos peruanos. Al ser elegido con 97 votos a favor y 26 en contra, Sagasti se inclinó en un saludo a sus colegas.
En los exteriores del Parlamento cientos de manifestantes con carteles y banderas peruanas hicieron sonar sus bocinas en señal de apoyo a la designación.
La crisis política empezó el lunes 9 de noviembre cuando el Congreso acusó y destituyó al entonces presidente, Martín Vizcarra, por cargos de corrupción sin pruebas concluyentes.
Manuel Merino, que era el líder del Parlamento, lo reemplazó, pero su gobierno fue impopular desde el primer momento y causó protestas multitudinarias reprimidas con brutalidad por la policía, en las que ocurrieron las dos muertes. Luego de que 13 ministros abandonaran el gabinete y los militares le retiraran su apoyo, Merino renunció al mediodía del domingo.
Desde ese momento los legisladores no lograron elegir al nuevo mandatario hasta que alcanzaron un consenso con Sagasti a la cabeza.
La Fiscal General Zoraida Avalos anunció el lunes que investiga por homicidio doloso a Merino, a su ex primer ministro Antero Flores-Aráoz y al exministro del Interior, Gastón Rodríguez.
La investigación también determinará si se cometieron lesiones graves, leves y desaparición forzada de personas.
Jack Bryan Pintado Sánchez, de 22 años, y Jordan Inti Sotelo Camargo, de 24 años, murieron por impactos de arma de fuego mientras protestaban el sábado contra el gobierno de Merino, a quienes millones de peruanos lo consideraban ilegítimo y le exigían que deje el poder.
Pintado recibió 10 perdigones de plomo en el cráneo, rostro, cuello, brazo y tórax, mientras que Sotelo cuatro disparos en el tórax, de acuerdo con las actas de la fiscalía.
“Puedo asegurarles que estas muertes no quedarán impunes”, dijo Ávalos en una comunicación publicada en la página oficial de Facebook de la Fiscalía.
La víspera varias organizaciones de derechos humanos también denunciaron ante la fiscalía como autores mediatos de asesinato agravado a Merino, a Flores-Aráoz, a Rodríguez y a varios jefes policiales.
Los defensores de derechos humanos reportaron además el empleo de gas lacrimógeno cerca de iglesias y hospitales. “Estamos documentando casos de brutalidad policial en el centro de Lima”, escribió en Twitter el sábado José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Todo indica que la represión contra manifestantes pacíficos se está intensificando”.
El domingo miles de manifestantes colocaron flores y velas con los nombres de las víctimas frente al Parlamento.
El lunes en Nueva York, Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres, dijo que éste estaba muy preocupado por reportes de “excesivo uso de la fuerza y violencia” por parte de las fuerzas de seguridad de Perú contra los manifestantes.
Guterres “expresa sus condolencias a las familias de las víctimas y espera que las autoridades lleven a cabo una investigación imparcial e independiente de estos eventos”, dijo Dujarric.
El vocero también señaló que espera que todas las partes trabajen para lograr una solución “rápida e institucional” a la crisis política que vive Perú a través del “diálogo inclusivo con total respeto a la ley”.
La fuerte inestabilidad ha golpeado a un país muy afectado por la pandemia del nuevo coronavirus y los analistas políticos afirman que la crisis constitucional ha puesto en peligro la democracia del país.
Hasta el lunes en el país se han reportado 937.011 casos de coronavirus y 35.231 fallecidos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos reportó 112 heridos en las manifestaciones del sábado y organizaciones que defienden a periodistas sumaron más de tres decenas de agresiones a reporteros, incluidos heridos con perdigones lanzados por la policía.
El grueso de los jóvenes que protestaron durante la semana eran veinteañeros, como los fallecidos. Había entre ellos estudiantes y obreros, pero también se observaron a amas de casas y jubilados.
“Creo que esta es la crisis democrática y de derechos humanos más grave que hemos visto desde Fujimori”, señaló el analista Alonso Gurmendi refiriéndose al turbulento gobierno del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
En abril se realizarán las elecciones presidenciales y legislativas en Perú y Sagasti culminará su gestión el 28 de julio de 2021, cuando entregue el poder al ganador de los comicios. __