Perú acogerá cinco de los grandes ensayos clínicos de vacunas contra la COVID-19, tras confirmarse que otros cuatros laboratorios internacionales se aprestan a iniciar estudios similares a los que ya realiza el chino Sinopharm en el país.
El Ministerio de Salud (Minsa) anunció este jueves los ensayos del laboratorio anglo-sueco Oxford-AstraZeneca, el estadounidense Johnson & Johnson, el alemán CureVac y el inglés Imperial College.
El doctor Carlos Castillo, asesor en Inmunizaciones del Minsa, resaltó que estos estudios permitirán tener una mayor seguridad de que vacuna funcionará en la población peruana.
SEGURIDAD EN ENSAYOS
Castillo dijo que Perú garantiza la seguridad de los ensayos, ya que el Minsa tiene un comité de ética que los aprueba y hace seguimiento, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) «vela por la calidad y seguridad» y el Instituto Nacional de Salud (INS) «sigue la parte administrativa».
El ministerio agregó que el objetivo de esta pruebas «es que Perú y el mundo cuenten con vacunas seguras, eficaces y de calidad».
En ese sentido, las autoridades sanitarias recordaron que Sinopharm ya inició sus estudios en el país a principios de este mes. Esto tras la inscripción de 6.000 voluntarios, una parte de los cuales ya ha recibido la vacuna.
ENSAYOS EN OCTUBRE
Se tiene planeado que los ensayos clínicos de la alianza anglo-sueca AstraZeneca-Universidad de Oxford comiencen durante la primera semana de octubre en el país.
La estadounidense Johnson & Johnson hará lo propio también a inicios de octubre. Los estudios se realizarán en Lima, en la región amazónica de Loreto y la provincia limeña del Callao.
En noviembre se espera que el laboratorio alemán CureVac inicie sus pruebas clínicas en Lima. Mientras que el inglés Imperial College tiene previsto realizar las suyas en Lima y en la región sureña de Moquegua desde enero de 2021.
Castillo comentó que otros laboratorios internacionales podrían sumarse a esta lista de los ensayos de las vacunas contra el COVID-19 en Perú en los próximos días.
MENOS CASOS ACTIVOS
El último informe oficial del Minsa señaló que Perú, que es el sexto país del mundo más afectado por la pandemia, detectó otros 923 casos de la COVID-19 en las últimas horas, con lo que se llegó a un total de 788.930 infectados desde que el pasado 6 de marzo se reportó el primer caso en el país.
Sin embargo, la cifra de recuperados también ascendió a 644.345. Mientras que los fallecidos llegaron a 31.938, tras el reporte de otros 68 decesos. Por lo que los casos activos en el país son 112.647, 1.689 menos que en el informe anterior.
Del total de enfermos, 8.594 están hospitalizados y 1.382 permanecen en unidades de cuidados intensivos (UCI).
ALERTA ANTE SEGUNDO BROTE
El anuncio de los cinco ensayos de las vacunas contra la COVID-19 en Perú se dan en medio del temor de un segundo brote.
A pesar de la disminución del impacto de la enfermedad en el país, el exministro de Salud Víctor Zamora alertó que si se relajan las medidas de prevención es muy probable que se presente un rebrote en ciudades como Lima, donde gran parte de su población aún no ha sido afectada por la epidemia.
Zamora indicó en la emisora radio Exitosa que «a nivel mundial» aún no se sabe cuándo se alcanza la llamada «inmunidad de rebaño».
«Esas cifras no las tenemos, así que cualquier persona que opine que estamos llegando al final de la pandemia no está diciendo lo correcto. Las probabilidades de un segundo rebrote en Lima son muy altas», acotó.
Aunque el exministro agregó que en otras ciudades del país, como la amazónica Iquitos, ya se ha presentado una mayor cantidad de contagios, se mostró en contra de que se permita la reapertura de discotecas y bares como parte de la reactivación económica del país.
SECUELAS DE LA ENFERMEDAD
Por otra parte, el Minsa señaló que casi siete meses después de que del primer caso en el país, se sabe que la enfermedad, además de afectar el sistema respiratorio, «también podría dejar secuelas en el sistema nervioso, cardiovascular e incluso se han documentado trastornos psicológicos».
El Minsa aseguró que, por ese motivo, se ha diseñado «un conjunto de técnicas y procedimientos en el tratamiento de pacientes que sufrieron COVID-19 y presentan discapacidad de diversos tipos y grados».
Estas terapias son brindadas durante la estancia hospitalaria y en el posterior tratamiento ambulatorio. Y, de acuerdo a cada caso, comprenden ejercicios de terapia respiratoria, para la debilidad muscular y para estimular las funciones cognitivas, según explicó la doctora Lily Pinguz, directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
EFE