Pequeños camaroneros de Manabí piden la ayuda de las autoridades para sacar adelante sus negocios. Cientos de familias que se sustentan del trabajo en camaroneras temen que la situación los deje sin empleo.
Estos camaroneros temen que la crisis los obligue a cerrar sus piscinas, pues aseguran que varios de sus compañeros ya lo hicieron ante la situación por la que atraviesan.
«El camaronero pequeño está desapareciendo», advierte Salvador Sabando, pequeño camaronero, quien cuenta que sus actividades han estado paralizadas por alrededor de seis meses.
Cientos de familias se sustentan con esta actividad,por ellos se muestran preocupados ante la posibilidad de quedarse sin sus empleos.
Además, indican que es notoria la disminución de producción, por las pérdidas son mayores que las ganancias, lo que les obliga a paralizar sus actividades e incluso a cerrar sus negocios.
Según Salvador Sabando, cada piscina pequeña puede representar una pérdida de alrededor 200 000 dólares. Por lo que piden ayuda urgente a las autoridades.
Los pequeños camaroneros advierten que sus actividades están en riesgo y aseguran que quienes se benefician de esta crisis son los «chulqueros».
La falta de créditos los ha llevado casi a la quiebra, por lo que advierten que el futuro de los pequeños camaroneros de Manabí está en riesgo.
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