El exministro del Interior, Patricio Carrillo, rompe el silencio tras dos meses de salir de esta cartera de estado y sostiene que el Gobierno jamás le ha dado una explicación “simple y llanamente utilizaron a una víctima como un pretexto para sacar a un ministro que era incómodo para algunas posiciones políticas”, sostiene.
Carrillo recuerda en entrevista a Teleamazonas este viernes, 18 de noviembre del 2022, que el Ministerio del Interior “se creó en la administración del presidente Lasso, él (el Primer Mandatario) tuvo una definición política por la demanda ciudadana de seguridad”. Y señala que ante la degradación de la seguridad en el mundo entero se tomaron algunas acciones que afectaron el accionar de organizaciones criminales.
Las causas de su salida
El exfuncionario afirma en sus declaraciones que las acciones tomadas desde el Ministerio del Interior fueron el detonante que habría empujado su salida. Una de las principales causa fue el golpe a los mercados ilegales; “La economía ilegal, si bien está asociada con personas dedicadas a negocios ilícitos como el narcotráfico, el contrabando, la minería ilegal, la trata de personas, el tráfico de migrantes, el tráfico de armas municiones y explosivos; enfocarse por ahí podía tener algunas afectaciones”, señala Carrillo.
Otra de las causas argumenta el exfuncionario: “es haber accionado dos legados que este Gobierno debería dejarle a la sociedad ecuatoriana y a la Policía Nacional; el primero devolverle la dignidad y los recursos — a los ciudadanos — de quienes se robaron más de 950 millones de dólares del Isspol, y se ejercieron las presiones necesarias donde el Presidente actuó y logró que se haga una reversión de una operación financiera en el Banco Central para devolver 290 millones de dólares. Ese es otro — de los temas — que afectaba e incomodaba la presencia del ministro”, recuerda.
Un tercer tema que Carrillo cree empujó su salida del Ministerio fueron las jornadas de protesta de octubre del 2019 y junio del 2022. “Desde la izquierda radical y estas posiciones ideológicas creen que pueden someter en temas de derechos a gran cantidad de la sociedad; especialmente a Quito donde afectaron derechos de terceros”.
Patricio Carrillo es enfático al señalar que él no se sentó en las mesas de negociaciones “no podía sentarme con ellos a negociar aspectos de seguridad; yo creo que tienen que entender que este es un Estado de derecho y que todos tenemos la obligación de responder”, enfatiza el exfuncionario.
Seguridad integral
El exministro sostiene que en el país aún no hay una comprensión clara de lo que es la seguridad integral. Y ésta “es una forma global de analizar los riesgos que están asociados a la política, la economía, los temas sociales, ambientales, de reforma legal que se necesitan frente a estas nuevas dinámicas” menciona Carrillo.
Esta forma de entender la seguridad permite, según Carillo, fortalecer las instituciones porque “si las instituciones son débiles se empieza a tolerar mucho. Y cuando se tolera todo, no se defiende nada”, enfatiza.
Carillo hace un llamado al Gobierno y los demás poderes del Estado a redefinir el concepto de seguridad integral y para ello sostiene es necesario revisar las políticas de migración, droga, penitenciaria y la política de movilidad.
Finalmente, afirma que la seguridad no pasa solo por una persona es un tema que involucra al Estado en su conjunto y corresponde a los ciudadanos convocarse en un gran diálogo para un pacto por la seguridad de los ciudadanos porque “en la práctica no hay ciudades inseguras, hay ciudades con víctimas” y es momento que las víctimas se unan en función de esta gran cruzada por la seguridad, asegura Carillo.