Brandon Straka es un pasajero que fue expulsado del avión por negarse a llevar mascarilla en un vuelo nacional en Estados Unidos.
El avión iba a cubrir el vuelo entre nueva York y Dallas y la aerolínea tiene como política que todos los pasajeros leven mascarilla para evitar posibles contagios de COVID-19.
Pero Straka se negó a ponerse la protección facial y fue expulsado de la nave. El avión salió con cuatro minutos de retraso mientras que el pasajero fue registrado en el siguiente vuelo tras aceptar cumplir con la disposición de llevar mascarilla, pero se mostró indignado por lo sucedido.
«A veces vuelo 2 o 3 veces por semana, hasta durante la cuarentena viajaba una vez cada 15 días como mínimo. Estoy bastante acostumbrado a viajar y esto nunca ha sido un problema. Ni una sola vez, incluso con esta compañía aérea», dijo Straka.
Si bien no hay una ley al respecto, cada aerolínea tiene el derecho, y hasta cierto punto la obligación, de marcar sus requerimientos para mantener la salud de todos en buenas condiciones y evitar nuevos contagios de coronavirus, mucho más en espacios cerrados como un avión o una sala de espera VIP del aeropuerto.
Este es el primer incidente de este tipo que se registra en Estados Unidos después de que varias aerolíneas de ese país decidieran adoptar medidas más estrictas en cuanto a la bioseguridad.
Entre otros requerimientos figura el uso obligatorio de la mascarilla, protectores faciales, desinfectante de manos y en cuanto a las empresas ofrecen guardar el distacimiento social adecuado para evitar un posible contagio.