Un padre desesperado por alejar a sus hijos de los dispositivos electrónicos y del internet tomó una drástica decisión que terminó cuasándole graves problemas con la justicia.
En el pueblo Messanges, en el sudoeste de Francia, un hombre decidió comprar un inhibidor de banda de ondas múltiples para cortar la conexión a la red en su casa todos los días. Esto con el objetivo de evitar que sus hijos usen el internet para navegar en redes sociales y jugar durante la madrugada.
A pesar de que el padre, cuya identidad no se ha revelado, intentaba controlar a sus hijos. No se había percatado que estaba afectando a alrededor de 1 000 habitantes que conforma el pueblo.
El insólito hecho se descubrió después de varios reclamos por los vecinos a los proveedores del servicio. Por ello, iniciaron una investigación que posteriormente se derivó la Agencia Nacional de Asistencia (ANFR).
Los funcionarios detectaron que el hombre utilizaba el dispositivo para bloquear la señal del internet, cuya posesión y uso están prohibidos, no solo en la casa sino en todo el pueblo y en otro municipio vecino.
Además, se descubrió que el dispositivo era capaz de neutralizar no solo el Wifi sino también la telefonía móvil.
Con la investigación se inició un procedimiento judicial, en el que el padre podría enfrentar seis meses de prisión. Inlcuso debería pagar una fuerte multa de aproximadamente 34 000 dólares.