Actualizado 16:23
Redacción Día a Día |
Sisa nunca aprenderá de su mamá cómo defenderse ni con qué alimentarse en la vida silvestre. Sisa jamás podrá volver a casa. Esta realidad que golpea es solo un recordatorio de por qué los osos andinos se consideran una especie en peligro de extinción.
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A Sisa la encontraron amarrada en una casa abandonada y desde ese día los esfuerzos para su mejorar su salud han sido incansables. El Zoológico de Quito se hizo cargo de su cuidado, y poco a poco esta pequeña osezna va recuperando su vitalidad.
El oso andino o de anteojos es la única especie de oso que existe en América del Sur. Vive en los bosques andinos y los páramos altos de Ecuador. Se calcula que quedan apenas unos 2000 individuos.
Sisa podría cambiar radicalmente la manera en la que un oso permanece en el zoológico. Al no tener las habilidades para volver a su hábitat, el objetivo es darle un hogar lo más parecido en una quebrada aledaña al Zoológico. No estará en exhibición y tendrá un espacio amplio para moverse en medio de la naturaleza.
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