En Ibarra, provincia de Imbabura, se encontró un ejemplar de oso de anteojos en una vivienda y que habría recorrido varios kilómetros por las montañas desde Pimampiro hasta llegar a las inmediaciones de la laguna de Yahuarcocha.
A 2 400 metros sobre el nivel del mar, junto a la laguna de Yahuarcocha, se realizó el avistamiento de un oso de anteojos.
Mauricio Herrera, morador del sector, monitoreó la visita del oso de antejos que se alimenta en un 80% de frutas y un 20% de carne.
Según Mauricio, este ejemplar es un oso de anteojos de considerable tamaño, el cual está radicado en esa zona alrededor de dos a cuatro semanas.
Tras su avistamiento, Mauricio se contactó inmediatamente con representantes de la prefectura de Imbabura del proyecto Geoparque Munidal de la Unesco para el cuidado respectivo.
«No es una especie que significaría una amenaza directa a los asentamientos humanos. No ataca a las personas por su propia iniciativa, salvo en su defensa. Sin embargo, hasta ahora en la historia de la especie en sudamérica no hay un caso que un oso andino haya matado a una persona», explicó Andrés Laguna, biólogo investigador del Geoparque de Imbabura.
En esta zona, que se convirtió en el nuevo hogar de este oso de anteojos, se pueden encontrar zorros, silvestres, águilas y el cóndor andino.
El oso será capturado y trasladado al parque nacional más cercano para que pueda retomar sus actividades ecológicas en el medio silvestre.
Actualmente, Don Mauricio tiene criaderos de gallinas y cabras. Pero su proyecto futuro es una reserva para que propios y extraños puedan observar flora y fauna endémica de la región
«Les invito a todos a cuidar la naturaleza, a cuidar a los animales, a quererlos más», añadió Mauricio Herrera.
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