Varios países del mundo esperan obtener vacunas en medio de una vertiginoso movimiento por abastecerse de las primeras dosis de la inoculación.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo el miércoles que ha cerrado acuerdos con dos fabricantes de vacunas contra COVID-19 y negocia otros dos para que más de una treintena de países de las Américas empiecen a inmunizar a la población en los próximos meses.
“Se va alcanzar un gran éxito”, dijo Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS. “La expectativa que tenemos es que para marzo vamos a tener la vacuna llegando a los países”, explicó, pero de inmediato destacó que la inmunización no será una solución mágica sino que deberá complementarse con medidas no farmacéuticas para controlar el virus.
Los acuerdos y las negociaciones son parte de la iniciativa COVAX, en la que participan 190 países de todo el mundo para buscar un acceso equitativo a la vacuna. Barbosa no reveló con qué laboratorios se firmaron, pero dijo que están en negociación con las farmacéuticas Pfizer y su rival Moderna.
En las Américas, 37 países son parte del mecanismo COVAX, y la OPS y UNICEF están encargadas del proceso de licitación con los fabricantes, que culmina el 23 de diciembre. Una decena de esas naciones, entre ellas Nicaragua y El Salvador, recibirán las vacunas de manera gratuita debido a su falta de recursos. El resto ha aportado fondos para la compra.
Barbosa efectuó sus declaraciones en una conferencia semanal que la OPS realiza desde su sede en Washington cada semana. Días antes, Estados Unidos y Reino Unido empezaron a vacunar al personal hospitalario y ancianos tras la aprobación de emergencia de la vacuna.
La pandemia de coronavirus ha tenido un fuerte impacto en las Américas, que actualmente representa la mitad de todas las infecciones y muertes del mundo. En total se han registrado 31 millones de casos desde que empezó el brote, y 787.000 muertes, según información de la OPS basada en datos de los países.
En la última semana se reportaron casi cinco millones de casos nuevos, la mayoría en América del Norte, donde Estados Unidos ha tenido más de 300.000 muertos.
A través de COVAX, la OMS y la OPS buscan evitar que los países más desarrollados y con disponibilidad de recursos financieros sean los únicos que accedan a la vacuna en los primeros meses. Así sucedió durante la crisis sanitaria desatada por el virus H1N1, cuando los países latinoamericanos recibieron la vacuna varios meses después que estuvo disponible.
El COVAX prevé comprar las vacunas con dinero que aportan los países participantes y con donaciones provenientes de algunas organizaciones como los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la Comisión Europea, el Programa Mundial de Alimentos y la Fundación Rockefeller, entre otros. Países como Canadá han donado también millones de dólares.
La OPS espera garantizar el acceso de la vacuna a por lo menos 20% de la población de las Américas en 2021.
Algunos países de la región, como Argentina, Chile, México, Estados Unidos y Canadá, firmaron además acuerdos bilaterales independientes con algunos fabricantes para asegurarse más dosis.
Las vacunas que son parte de la canasta de COVAX, tienen la aprobación de la OMS, aunque hasta ahora ninguna tiene esa autorización.
En el caso de los acuerdos bilaterales, cada país que compra la vacuna por su cuenta, “debe ser responsable de garantizar la calidad”, dijo Barbosa. Son las autoridades regulatorias de cada uno de esos países las que tienen que autorizarlas con base en la información científica que provea el productor y luego registrarlas, indicó.
El funcionario dijo que debido a que el suministro será en un principio limitado, no creen que en los primeros meses ningún país de la región reciba grandes cantidades de vacunas. Explicó que después del cierre de la licitación de COVAX, la semana próxima, se sabrán más detalles, como cuáles son las vacunas incluidas en la canasta, los precios, las cantidades y posiblemente cuándo se entregarán.
Aún así, la OPS es cauta en cuanto a los tiempos necesarios para controlar la pandemia.
“Es muy alentador tener una vacuna registrada y que muchas más estén en las últimas etapas del proceso de desarrollo”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, pero advirtió que eso es sólo el primer paso: “Pasarán varios meses de 2021 e incluso de 2022 antes de que podamos inmunizar a una cantidad importante de personas”.